tag:blogger.com,1999:blog-66980972531927200132024-03-05T03:54:13.825-08:00HELADO DE CHOCOLATE CON TROCITOSPat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.comBlogger68125tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-3913869200994277122010-12-09T11:46:00.000-08:002010-12-09T11:49:43.375-08:00CAPERUCITA ES RUBIA Y TIENE LOS OJOS AZULES¡Cachis en la mar! Eso parece. Ya no sólo son trigueñas y azulojiles las tops más bellas del mundo, resulta que Caperucita también tiene claras la mirada y la estela.<br /><br />Esta mañana andaba yo distraída y perdida por la red, en busca del espectáculo flamenco de mi profe de lo dicho, cuando me encuentro delante de mis narices el cartelito de una obra de teatro, "Caperucita Roja".<br /><br />En ese cartelito, el lobo tiene un lomo con la longuitud de un velo de novia y la nena... ejem... la nena luce un tupido flequillo rubio y unos ojazos azules que no le caben en la cara... ¡¡¡leeeeechesssss!!!.<br /><br />Pero vamos a ver, ¿por qué?, ¿quién lo dice?, ¿dónde lo pone?. Esto tengo yo que discutirlo cómo sea... ¡faltarías más!. Caperucita no puede ser así, debe tratarse de un error de imprenta o digital o algo... el diseñador es daltónico (¿?), se agotó la tinta oscura (...).<br /><br />¡Voy a investigar!<br /><br />Levanto la mirada de la pantalla del ordenador y constato que el último diccionario enciclopédico que adquirí es del 2004. Un poquito viejo, sí, vale. Pero ahí lo dejo, pobrecillo, también tiene derecho a vivir.<br /><br />COMIENZO DE LA ACLARACIÓN:<br />Yo es que, desde chiquitilla, he pensado que los objetos, al contrario que algunas personas, tienen sentimientos. Lo descubrí a los cinco o seis años. Siempre he sido muy observadora ;)<br /><br />Mi madre me llevó a una tienda de bolsos, a comprarme el primero de una larga, larguísima lista (...). Había dos opciones: uno azul marino, redondo y abombado con broche plateado o uno blanco, fino y elegante, con enganches dorados. Sentí tanta lástima del azul marino... ¡Oh, criaturilla mía!, ¿quién te va a querer a ti con lo horroroso que eres?. ¿Quién lo va a querer, dices? Pues la tonta que estaba allí delante, o séase, yo misma.<br /><br />Allá dónde esté ahora mi primer y pequeño bolsito azul marino... (seguro que en el cielo de los bolsos, un lugar en el que ninguno se rompe y todos brillan y vuelan, ligeros como plumas pero profundos como el océano, un paraíso en el que juegan con otros bolsos iguales a ellos pero de distintos colores, tirándose por toboganes limpios y montando en columpios que no hacen daño si te pegas con ellos en la frente, disfrutando de grandes espacios de descanso y cuelgue -en lugar de estar apretujados en diminutos armarios, amontonados en sillas o altillos polvorientos u olvidados en rinconces inhóspitos de alguna casa, aunque poco antes de llegar a ella escucharan una voz femenina mentir, pérdon, rogar: "Sí, amorcito, sí, ya sé que es muy caro, pero me viene perfecto para varios de mis zapatos... será el último que te pido este mes, ¡lo prometo!-).<br /><br />Allá dónde se encuentre, decía, se acordará mucho de mí y del cariño incondicional que le profesé hasta el último momento, hasta aquel infausto día, años más tarde, en que mi madre me lo arrebató de las manos en contra de mi voluntad porque no estaba dispuesta a cargar durante nuestra mudanza con "más porquería de la niña"*. *Frase literal de mi amadísima madre ;-D<br />FIN DE LA ACLARACIÓN<br /><br /> <br />Estaba yo pensando antes de esta apasionante confesión... ¿cómo podría confirmar que Caperucita era cómo debía ser?, ¿dónde encontrar una fuente nueva, fresca, actualizada?, ¿qué hacer?... ¡consultar la Wikipedia! Los de la "Wiki" lo saben todo, esta gente es buena, se curran el tema, sí, sí, fijo que me confirman mi teoría de que Caperucita era morena y de ojos marrones... sí, claro, ¡y un jamón!.<br /><br />Según la "documentación" que se conserva, esto es, lindas y primorosas ilustraciones del clásico, la niña del carajo era rubia... Sólo es morenita una versión estadounidense, acampanada y de labios rojos. En este último caso, una niña con esa boca y, encima, rubia, ya iba a cantar mucho -uhm, se me ocurre un ingenioso e inédito apelativo para Caperucita, ¡qué maravilloso es crear nuevas palabras con prefijos y sufijos!...-.<br /><br />Ea, muchacha, pos nada: Caperucita también era rubia y de ojos azules.<br /><br /> ¡Arggggg, ñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkjñlkj!Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-59620100540984658472010-06-15T14:06:00.000-07:002010-06-15T14:30:52.123-07:00UN SOPLO DE AIRE FRESCONo os recomiendo que vayáis a Elche en tren o en avión. Tampoco en autobús, sobre todo si alguno de los armatostes se para a la altura de Granada y se niega a continuar andando o volando. En mi caso el que se encabezonó en no seguir con su trabajo fue el autobús; si hubiera sido el avión, os habríais enterado antes. Vale, de acuerdo, la mejor opción era el bus.<br /><br />Iba yo feliz de la vida viendo la película que nos habían puesto (“Tapas”), preparada para digerir ocho horas de trayecto sobre cuatro ruedas gigantes cuando, poco después de salir de Granada, el autobús comenzó a hacer ruidos extraños, el humo blanco nos rodeó, el motor se paró y la máquina se quedó encajada en el arcén de una carretera en una montaña cualquiera. No tuve la precaución de preguntar el nombre del sitio, aunque pasé allí hora y media. Sapos y culebras comenzaron a salir de la boca de los pasajeros. <em><br /><br />“¡Mierda! Y ahora… a esperar a que venga el de reserva desde Granada… veremos cuánto tarda… “<br /><br />“¡No me lo puedo creer, no me lo puedo creer!. Joder, para una vez que me pillo el directo, que es más caro pero tarda menos, va y se rompe… “<br /><br />“¡Me cago en la leche! Esto es gafe… el tercero, el tercero en dos meses… ¡autobús en el que viajo, autobús que se rompe!”</em><br /><br />Se hizo de noche, bajó la temperatura. Yo juraría por mi madre que lo que se oía a lo lejos eran lobos aullando… o es que he visto muchas películas de terror, una de dos. Así pasamos una hora y pico, esperando “la reserva”. No hay luz, el conductor ahorra energía. El que puede escucha música, otro llama a la familia. Y dos se gustan. <br /><br />En los asientos delanteros, a la izquierda, un chaval de veintitantos charla en “Spanglish” con un mochilero estadounidense que no entiende qué ha pasado. En otro asiento delantero, a la derecha, una muchacha morena, de ojos grandes e Inglés básico se cuela en la conversación de los primeros. Y las chispas saltan, rebotan en el techo del autobús y yo, que estoy al fondo, las veo zigzaguear y luego desvanecerse, mezclándose con el aire, me incorporo en el asiento y respiro profundamente, un poco de aire fresco siempre viene bien. <br /><br />Celebramos con aplausos la llegada del nuevo cachivache rodante. Nos mudamos. El chaval y la muchacha ya no hablan con el estadounidense tonto. Se sientan juntos y en el silencio del vehículo, de la noche y de la carretera, sólo se les oye a ellos. Se relatan la vida, se adornan y adulan el uno al otro, se ríen juntos, una hora tras otra. El rumor de su diálogo va y viene como el rumor del mar y la brisa de su deseo casi mueve las cortinillas.<br /><br />Hemos parado en un restaurante de Lorca. Las señoras salen pitando para el baño; los señores se fuman un cigarrito. Después de un rato, la que escribe se planta en la puerta del bus, quiero subir pero no hay modo, está cerrado. El portátil pesa como uno de mesa. Miro a mi alrededor. Hay un gato negro a mi lado, qué bonito. Lo miro, me mira, nos hacemos amigos al segundo. Ojala pudiera llevármelo, no puedo. Le pongo carita de cordero degollado al conductor. Nos abre la puerta, ya nos vamos. Falta alguien, faltan dos. <br /><br /><em>Sí ya no tengo nada más que decirte, ni nada más que escuchar de ti, calla y mírame. Viviré en tus ojos y moriré en tu boca, resucitaré en tus brazos y latiré en tu corazón. Dame un beso… o dos, largos, fríos y dulces. Los guardaré aquí, con el primero que di y el que nunca recibiré. Si este viaje durara para siempre, para siempre sería tuya, ¿serías tú mío también?.</em><br /><br />Pasan unos minutos. El conductor se cansa de esperar, toca el claxon varias veces. Los dos aparecen corriendo, vienen del parquecito que hay detrás del restaurante; el gato los mira y me mira y me guiña el ojo o yo se lo guiño a él. Ella sin aliento, con el pelo revuelto; él sonriente, con los labios rojos. Se suben al autobús y guardan silencio… en silencio es más fácil conservar en la memoria lo que nos sucede; lo que no ocurre, se graba de otra forma. <br /><br />Hemos llegado a Elche. Me bajo del autobús. Ellos siguen, no sé hasta dónde. A la una de la madrugada las calles de Elche ya están puestas, pero la gente no. Mis tacones repican en el suelo y pesan en mi espalda el bolso, la mochila, el portátil, el expediente, mi paciencia, mi cansancio y mi sueño. No sé cómo acaba “Tapas”, tampoco sé si aquella aventura terminó con la última parada o la última parada fue sólo un principio. <br /><br />El gato sigue rondando aquel restaurante. Todas las noches se da un paseo por el parquecito de atrás, para iluminarse, alegrarse y respirar aire fresco, porque no hay oscuridad que apague la luz que allí dejaron una noche un chico sonriente y una chica de ojos grandes. <br /><br />Si aquel autobús no se hubiera estropeado y esa pareja no se hubiera encantado, yo no hubiera podido escribir este texto, o al menos, no tal como lo he hecho. Me alegro de que el autobús se rompiera. No me importó llegar mucho más tarde de lo previsto ni andar sola y cargada por una ciudad vacía y oscura. Mis tacones la llenaban y la chispa de aquel aire fresco aligeraba mi peso y alumbraba mi camino.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-37520368513113142422010-05-20T06:07:00.001-07:002010-05-23T13:58:17.012-07:00SI OYES CASCABELES...Si oyes cascabeles, corre tras ellos… róbales un segundo de alegre tintineo… y resérvalo en tu memoria… para traerlo a ella cuando otra música te hiera…<br /><br />Si ves luces y colores, bebe de ellos… unta tu cuerpo de luz… brilla en tu interior… para poder recordar cómo resplandecer bajo la noche… <br /><br />Si disfrutas de una sonrisa, ríndete y sucumbe a ella… rueda en su llamada de júbilo… grábala en tu corazón… para repetirla cuando tu alma llore…<br /><br />En tu amanecer, el ocaso de otro acudirá a ti para correr tras tus tintineos, beber de tu resplandor y sonreír contigo… la vida maravillosa e imperfecta iluminará al mundo por siempre… y tu llanto de hoy reirá mañana con él… ;-DPat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-37804898493529083842010-05-17T05:01:00.000-07:002010-09-27T03:07:30.947-07:00UN BESO CASTAÑO DE FRESA¿Qué ha pasado?<br /><br />No ha pasado nada, porque nada debía pasar.<br /><br />¿Habéis hablado?<br /><br />Yo sí he hablado, permití que el agua saliera para evitar ahogarme.<br /><br />¿Y él qué ha dicho?<br /><br />Nada; y no sé si me habla con los ojos o lo imagino... pero siento que piensa... piensa que le gustan morenas, divertidas, cuerdas y alegres.<br /><br />Tú eres todo eso... <br /><br />No, no lo soy. No soy morena, ni divertida, ni estoy cuerda y, a menudo, no estoy alegre.<br /><br />Eso no es cierto...<br /><br />Sí, es cierto y lo sabes. Por todo, por mí y un tanto por esto, me quedaré aquí, cobijada en mi mundo castaño de reflejos rubios, aburrido, loco y triste. Es así, pero es mío y lograré cambiarlo... y colorearlo de nuevo para que luzca como antes... vaciaré un millón de cubos de agua roja, amarilla y azul en sus paredes...<br /><br />...la vida dará mil vueltas y yo dejaré de ser triste y aburrida, aunque siempre estaré un poco atolondrada y conservaré el beso que no le dí guardado en mis reflejos dorados... un beso castaño de fresa... frío, dulce y rojo...Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-39005488554612899622010-04-26T02:06:00.000-07:002010-09-27T03:06:46.546-07:00DULCE Y AMARGA BORRACHERA<div>El mundo gira sobre mí como un tiovivo, la cabeza me da vueltas. La culpa es mía o quizá tuya o quizá no es culpa de nadie, puede que todo sea simplemente casualidad, el destino o la suerte, buena o mala.<br /><br />Siento un desasosiego dulce y amargo que me hace feliz y desgraciada a la vez, que alimenta mi curiosidad, ansías de sufrir más, querer y no poder... un desasosiego gestado en momentos, nacido en un instante.... quién sabe cuándo desaparecerá.<br /><br />Si tuviera alas volaría, lástima que no tengo, debo superar esta borrachera sin levantar los pies del suelo. No es para siempre, se pasará tarde o temprano, con el tiempo, la lluvia o el calor… o al menos, así lo espero.<br /><br />Como el flash de una cámara o el primer rayo de sol que te toca y te hace estornudar, te deslumbra por mil razones, pero pronto se apagará, su efecto de diluirá poquito a poco, como el café ardiendo pierde calor o el día va muriendo al llegar la tarde. Anhelo que sea así, ¿o no? </div><br />Dime un secreto: ¿tú serías capaz de regalarme un beso de tu boca? <br /><br />Piénsalo en tu cabeza, siéntelo en tu deseo y lánzalo desde tus labios, en una brisa suave pero viva, roza mis ojos, mis mejillas y mi boca, pósalo suavemente en ella y abrázame con fuerza, apretaré mi pecho contra el tuyo para lograr que, al menos, en mis sueños, el tiovivo nunca deje de dar vueltas… y no se pase nunca esta dulce borrachera.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-74888623921030348562010-03-22T10:22:00.000-07:002010-03-22T11:07:14.878-07:00SALVADORA DE PERROS TITULADAHace unos días experimenté la maravillosa sensación de verme <strong>atacada por un pastor alemán</strong>. No sé si os he dicho ya que me encantan los perros, he de señalar que los míos me gustan mucho, los de los demás, mejor con correa y con bozal, y no era el caso.<br /><br />El año pasado, más o menos por estas fechas, llegando al portal presencié una <strong>escena de terror</strong>, del inmenso y paralizador terror de una señora de cierta edad que paseaba con su perro de talla mediana. La pobre se topó con el pastor alemán antes dicho. La mujer no reaccionó, de modo que tuve correr hacia ella y levantar a su perro por el arnés, para que el <em>"pastorcito violento"</em> no lo atrapara. Y logré mi objetivo, la señora me agredeció cariñosamente la ayuda y, desde entonces, su perrito me saluda como si se hubiera tomado una pizza conmigo alguna vez. El otro día la presa pretendida por el pastor alemán era mi perro.<br /><br />Mi "peque", mitad <a href="http://heladodechocolatecontrocitos.blogspot.com/2010/02/la-perra-voladora.html">"Pulguita"</a>, mitad pozo sin fondo, es un pedacito de pan, obediente y mimoso, pequeño y dormilón. Nos disponíamos a subir en el ascensor cuando, doblando la esquina fatídica del portal, el <em>simpático vecino alemán</em> nos divisó y <strong>comenzó a correr hacia nosotros.</strong><br /><br />Ésta es una de esas situaciones que a veces imaginas, viendo una película o leyendo una noticia, y piennas: "<em>Madre mía, ¿qué haría yo en ese momento?, ¡qué susto!, ¡yo me quedo helada o le pego una patada al bicho o salgo corriendo o me compro el Vogue de Abril, especial primavera y me siento a leer!". </em>En realidad, todas las teorías e hipótesis que valoremos no sirven para nada, porque en el segundo que tienes para reaccionar, te limitas a eso, sin pararte a pensar.<br /><br />Debo hacer notar que, además de <em>llevarme a mí misma</em> y a mi perrito, cargaba con uno de mis bolsos -grande, como ha de ser- y una bolsa en la que transportaba un <strong>tupper de puchero</strong> -con su jamón, sus garbanzos, patatas, pollo, tocino...-. Afortunadamente, la maniobra no se vió afectada por mis accesorios: me agaché, cogí a mi perro en brazos, lo pegué a la pared y esperé a que el pastor alemán llegara a nuestra altura.<br /><br />No tardó mucho el tipejo en alcanzarnos, se puso de pié y <strong>me golpeó en la cabeza con su hocico</strong>. Por suerte, sólo me hizo dos pequeñas brechas, dejándome un poquito dolorida en el brazo los días siguientes, pero nada más. Los dueños consiguieron reducirlo y yo me dirigí rápidamente para el ascensor, tanteándome la cabeza para comprobar que mi oreja, mis gafas y mi cerebro seguían en su sitio, pero con compañía.<br /><br />La mano se manchó de sangre al tocarme y entendí que no había sido un golpe "seco". En este punto, la dueña se me acercó para socorrerme, asegurando o preguntando o divagando sobre mi estado: <em>"¡Ay, no te ha hecho nada, no te ha mordido, menos mal",</em> preciso momento en el que <strong>yo me miraba la mano y veía la sangre.<br /></strong><br />Qué simpática la muchacha, a ver si capan al perro o lo llevan a una finquita en el campo y deja de darnos sustos... <em>pero chica, corazón, prenda mía de mis entrañas, es cierto, no me ha mordido pero criaturita guapa y preciosa, ¿la sangre de qué es?, ¿es de mentira?, ¿todo esto está de moda?, ¿es una cámara oculta?, ¿el deporte de este verano?, ¿salto de pastor alemán a la cabeza como disciplina olímpica?, ¿esto puntúa para la nota fin de curso o la selectividad?, ¿este tiempo cotiza a la seguridad social?, ¿acaso cotiza en bolsa?, ¿he sido mala y me merezco este mal rato?.</em><br /><br />Para tranquilidad de todos, no ví luces blancas ni mi vida pasar, sólo me tragué la pared gris de mi portal y pensé que el atacante podría matar a mi perro o comerse el puchero. <strong>Conste en acta y quede claro me siguen encantando los perros: los míos me gustan mucho, los de los demás, mejor con correa y con bozal... ¡y no era el caso!.</strong>Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-71611448439655991282010-03-05T05:22:00.001-08:002010-03-22T10:28:02.535-07:00EL ABOGADO QUE NO ES MILLONARIOEl abogado que no es millonario siempre tuvo vocación y pasión por la defensa de la Justicia, estudió la carrera con ganas y deseó ejercer la abogacía.<br /><br />Trabajó en un despacho, en dos y en tres y comprobó lo feliz y tranquilo que vive uno cuando son los demás los que trabajan gratis o a cambio de un sueldo miserable en "b" o un sueldo aún más miserable en "a". <br /><br />Un día se lió la manta a la cabeza, se endeudó hasta la coronilla y se compró un pequeño pisito para establecer en él su despacho. Poco a poco se fue abriendo camino, peleando día a día. Y cuando llega al juzgado, porque es joven o es mujer o no lleva un maletín de piel de primera, algún funcionario, juez, compañero o cliente lo mira con recelo y desprecio.<br /><br />Y le regatean los presupuestos, como en un zoco se regatean los precios, y las minutas, que permanecen meses sin abonar, después del arduo trabajo, del tiempo dedicado, del sueño arrebatado y la preocupación soportada. Y algunos meses pide aquí o allí para pagar esos gastos fijos que no saben de ingresos que van y tardar en venir, como el Guadiana.<br /><br />A menudo alguien cercano le pide un favor, un favor que no se limita a hacer una llamada de cinco minutos o leer dos folios, sino que se extiende a más tiempo, más estudio, más dedicación, que roba a otros asuntos o a su descanso o a su entretenimiento y que no debe cobrar, pues corre el riesgo de parecer miserable y prepotente.<br /><br />Y en los paseos de la vida, disfruta de las lindas apreciaciones que la gente se permite manifestar en voz alta, sin pudor, ni consideración, sin conocerle ni haber comido nunca con él, sin tener la más remota idea de nada: <em>"todos los abogados son unos gilipollas, todos estáis cortados con el mismo patrón, sois todos unos chorizos".</em><br /><br />Por eso a veces oculta su profesión, y se calla o se hace el loco, para que nadie diga, si viaja o se compra un coche nuevo eso de: <em>"Claro, como es abogado".</em> Para que nadie le recrimine que sepa un poco de esto o aquello, para que le permitan pagar a plazos una batidora, como a cualquier hijo de vecino.<br /><br />El abogado que no es millonario, un día aprobó selectividad y eligió hacer Derecho, dedicó algunas noches de su vida a estudiar Historia, Economía y Procesal, perdió algún tiempo de su vida, ahorró de la nada para empezar a trabajar, luchó por los derechos de sus clientes, fue honesto, trabajador, razonable en sus honorarios, aplicó festivos y domingos a trabajos pagados y trabajos regalados, reflexionó largamente sobre asuntos complejos, hizo de contable, secretaria, pasante, abogado y psicólogo... y más tarde, comprobó también que era como todos, porque Hacienda somos todos ¿no?, y por eso el Sr. Impuesto venía a mirar debajo de su alfombra, por si se había deducido demasiada gasolina en su ridícula declaración de la renta. Qué mundo el nuestro ;-(.<br /><br /><br />Dedicado a todos mis compañeros, esos abogados de vocación, que no son millonarios y que sufren clientes pesados, compañeros deshonestos, la lamentable administración pública y los prejucios de la gente. Sois los mejores ;-).Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-53394395989740626042010-02-16T13:34:00.000-08:002010-02-18T05:51:25.885-08:00EL PERRO VOLADOR- Niño, ¿duermes? -susurra una voz de mujer.<br />Silencio.<br /><br />- Niño, ¿me escuchas? -la misma mujer con la misma voz repite.<br />Suena el silencio en el dormitorio, el viento silba fuera con furia. <br /><br />- ¡Niño!, ¿me estás escuchando o qué? -la voz y la mujer gritan.<br /><br />- ¡Mari, por Dios!, ¿qué quieres?... -responde una voz medio dormida.<br /><br />- Oye, ¿has atado a Pulguita?.<br /><br />- Sí, claro que sí. <br /><br />- ¿Estás seguro? -insiste. <br /><br />- Sí, claro, mujer, duérmete ya... <br /><br /><br />Pulguita es un perrito menudo y enclenque que recogieron de la calle cuando era un cachorro. Tiene las patitas delanteras muy cortas, la cabeza grande para su pequeño cuerpo, el estómago delicado y el pelo calamitoso.<br /><br />Pulguita es un angelito de color negro, obediente y juguetón, con enormes orejas que se despliegan y saltan mientras trota feliz por el patio, siempre que el suelo no esté mojado, odia la lluvia. <br /><br />Pulguita es ligero como una pluma y cuando el viento sopla con ganas, él acaba volando de un lado al otro del patio, casi planeando con sus gigantescas orejas y ladrando al aire, como si quisiera morderlo para lograr que lo suelte. <br /><br /><br />- Mari, ¿duermes? -susurra la voz de hombre.<br />Silencio.<br /><br />- Mari, ¿me escuchas? -el mismo hombre con la misma voz repite.<br />Suena de nuevo el silencio en el dormitorio, el viento continúa silbando fuera con furia. <br />Se oye un ruido, como un golpe amortiguado. <br /><br />- ¡Mari!, ¿me estás escuchando o qué? -la voz y el hombre gritan.<br /><br />- ¡Niño, por Dios!, ¿qué quieres?... -responde una voz medio dormida.<br /><br />- Oye, sólo por curiosidad, ¿por qué me has dicho antes lo de Pulguita?<br /><br />- Por nada... sólo que me ha parecido ver un bulto pasar volando por delante de la ventana -responde Mari- ¿a qué viene esa pregunta?.<br />Silencio, profundo silencio. El viento sopla con fuerza. <br /><br />Pulguita ha aterrizado encima del poto gigante que se trajeron de casa de la suegra de Mari, ya no cabía en el salón, tocó techo.<br /><br />- Pues Mari... no estoy yo seguro de haber atado al perro...Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-3707145035381596382010-01-26T02:57:00.000-08:002010-01-26T03:34:29.607-08:00SÓLO SOY UNA CHIFLADASoy más que una chiflada que da la lata, aunque no lo creas ni lo quieras creer, aunque me ignores, aunque te sea indiferente, aunque no me entiendas, aunque no quieras comprenderme.<br /><br />Soy una chiflada inteligente, tozuda, risueña, irónica, extrovertida, cotilla, tenaz, crítica, constante, pesada, divertida, absurda, ingeniosa, idealista, ingenua, alegre y triste. <br /><br />Tú no eres así, por eso todo lo que soy no te parece nada, nada digno de tu tiempo, nada digno de ti... por eso, o por cualquier otra estúpida razón, que incluso tú desconoces.<br /><br />A lo mejor la chiflada que da la lata sólo quiere sentarse un momento y hablarte, hablarte del tiempo, de los pájaros, de las plantas, del precio de las ciruelas o del paro, o de inmigración, o de música o de cine, o de mil cosas de la vida. <br /><br />Pero la chiflada se desespera porque nunca quieres escucharla, ni responderle, por eso escribe en este pedacito negro, donde otros distintos a ti la leen, aunque no entiendan nada, aunque no sean tú, ni como tú. <br /><br />Un minuto de tu tiempo, dos palabras de tu boca, tres miradas de tus ojos, cuatro mensajes sin respuesta, cinco noches en vela, seis recaídas pasadas, siete meses de locura, ocho negativas dadas, nueve vidas sin vivir, diez relatos inspirados, todo para ti es nada... sólo soy una chiflada.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-64290839265589164582010-01-20T10:22:00.000-08:002010-01-20T10:39:13.039-08:00LO QUE FUE DESEO, YA NO ESQuisiera ponerle un nombre, llevo semanas intentándolo, pero soy incapaz de encontrar la etiqueta para este producto hecho de restos mezclados, un kilo de duda, un trocito de pena, una cucharadita de nostalgia, un chupito de orgullo y una pizca de dolor.<br /><br />¿Llegaste a entenderme o te ahogaste en mi mar de divagaciones, explicaciones y maldiciones? Alguién que tú conoces bien y yo poco o nada, me pidió cuentas; si lo hizo, amigo mío, es que nunca me comprendiste. <br /><br />Por eso siento pena. Siento duda porque nada se resolvió, siento nostalgia por los escasos y breves ratos divertidos, zigzagueando contigo, siento orgullo... orgullo ignorado, olvidado, despreciado... perdido, quizá ahogado junto a ti. <br /><br />Y siento dolor, porque nada de lo que quise fue, y lo que fue deseo, ya no es.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-90137081350749019122010-01-17T03:02:00.000-08:002010-01-17T03:23:12.141-08:00AVATAR O EL REFRITOJack es primo de John Smith, el rubito de Pocahontas. Daikiri, que es como parece que Jack llama a su chica, es sobrina de Pocahontas. Y el guionista de Pocahontas era un chico de mente distraída y vicios confesables que un día se fumó un porro y escribió "Avatar". <br /><br />"El ciclo sin final que eterno era", esta vez al modo Pandora, une a estos seres de narices aplastadas y ojos separadísimos, casi duele verlos, con seres extraños y árboles complejos, sabios y poderosos, pero inactivos y pasivos hasta el aburrimiento. <br /><br />El atractivo del protagonista reside en haber sido doblado por la voz de Brad Pitt, no le encuentro más fondo a este chico; el carisma del empresario menudo es inexistente, destacando en él un único rasgo, a compartir con el árbol: ser un pusilánime. <br /><br />La maldad del "marine musculito" es infantil, básica e inconsistente, presentándose como una caricatura de sí mismo, de algo que recuerda a Bush y a su "ataque preventivo" (¡qué original!).<br /><br />Todavía busco a la doctora, encarnada por Sigourney Weaver, no fuí capaz de encontrarla en la película, a penas recuerdo una camiseta y un plato de comida que obliga a comer a Jack. ¿Dónde estaba esta mujer? ¿qué fue de ella? ¿por qué?...<br /><br />Los actores flotan sobre las imágenes en 3D, lo único sólido en una película más que previsible, ya vista, donde los protagonistas se van ahogando poco a poco en el mar que forman las lagunas del guión: ¿qué gran actividad resultaba de las conexiones entre los árboles?, ¿qué objeto tuvo la espera de las fuerzas armadas? ¿cuándo carajo dormía el Jack humano?, ¿por qué tanto corte a discreción?, ¿dónde están los personajes?.<br /><br />Afortunadamente, el ciclo sin final no fue eterno y las tres horas de vueltas no se hicieron pesadas. Sin embargo, dudo mucho que vuelva a girar con él.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-26861937890828866542010-01-14T05:26:00.000-08:002010-01-14T05:38:48.418-08:00MI PRECIOSA CRIATURAMi preciosa criatura sigue aquí. Tan negra como quedó, tan blancas las letras que bordé en ella, para desahogo de mi cabeza y mi corazón.<br /><br />Aquí siguen mis locuras de destinatario incierto, mis videos de humor, mis enlaces favoritos y mis perros abandonados. Todo sigue igual. También en mí, en un espacio diminuto y escondido, todo sigue igual. <br /><br />La tristeza y el tormento alimentan a las musas; voy a poner a dieta a las mías, a dieta de ironía, que no es otra cosa que la tristeza vestida con un traje distinto, más lustroso. <br /><br />Gracias a todos los que habéis seguido con ella, cuidándola, vigilándola... manteniendo viva mi preciosa criatura.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-48662621781999960472009-08-07T09:27:00.001-07:002009-08-17T15:14:46.819-07:00TODAS LAS BODAS NO SON IGUALESAlgunas bodas son un compromiso, una obligación, un suplicio, efecto de la inercia, la costumbre y el aburrimiento. Los hijos son piedras, parches y excusas. Otras no.<br /><br />Queridos seguidores, pido disculpas. Estos primeros días del mes de Agosto han sido complicados, "densos" diría yo. Me ha sido imposible resolver la vida de Restituto o continuar la serie sobre abogados. <br /><br />Agradezco infinitamente vuestras visitas, vuestros comentarios y votos, vuestros ánimos y, especialmente, las críticas, positivas o negativas de mis relatos. Os lo agradezco, de verdad, más de lo que imagináis. <br /><br />Hoy os dejo aquí un video, la entrada de los novios en la iglesia. Espero que os regale una sonrisa en los labios. A mí me la dió, además de alguna lágrima. <br /><br />Un abrazo a todos y mil gracias por leer mis relatos surrelistas, irónicos, cómicos y extraños. Como yo.<br /><br /><object width="400" height="300"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/4-94JhLEiN0&hl=es&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/4-94JhLEiN0&hl=es&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="400" height="300"></embed></object><br /><br /><br />Según parece, el intérprete de la canción es el novio de la cantante Rihanna (la de la Umbrella...), condenado por golpearla, después de que esta pareja adornara su boda con él. Así que, al recibir tantas visitas, los novios, hoy esposos, decidieron que las donaciones que algunos usuarios de youtube o de la red quisieran hacer, las aplicarían, directamente, a una fundación de ayuda a las mujeres maltratadas.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-933324117148369492009-07-29T15:04:00.001-07:002009-07-30T00:10:42.747-07:00EL BLANCO Y EL ROJO (3ª PARTE).Restituto no piensa, ni reacciona, pero cree que el asunto se le está yendo de las manos, la conversación entre El Blanco y El Rojo ha llegado a cotas de surrealismo superiores al mismo hecho de que estén allí, colgado de la cortina de tita Julia uno y sentado en el zapatero de tito Antonio otro. Su salud mental le aconseja poner fin a la escena. <br /><br />- Yo lo haría pero no quiero que me vean los vecinos. Luego en las reuniones me nombran presidente para vengarse y no pagan las cuotas, me roban el correo, no me aguantan la puerta cuando llego y no me esperan con el ascensor si ven que entro al portal. Es un suplicio. <br /><br />- Bueno, Restituto, eso se arregla. Mira, ponte el peluquín que tienes detrás del mueble del salón, el que se le cayó al tito Paco cuando vino a visitarte tres semanas hace unos años y se quedó siete meses. Las gafas de sol que perdió aquí tu tita Loli, la de Teruel, tipo mosca de la tele, las tienes en el cajón de abajo del mueblecito del pasillo, póntelas también. <br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkzfC7wVB5RS2J7FGwSULdcs5uYK-t1LmxR2QxqCXDV0T8MGOFXhG4FmH5BYUEypo74zxbY8MPQgfsWiMs3yrCewRwj93cMsY54S1BYubGrVYDbtd2PFhaUYo24k772OG1GGHDVlNVrG_r/s1600-h/P7241193.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkzfC7wVB5RS2J7FGwSULdcs5uYK-t1LmxR2QxqCXDV0T8MGOFXhG4FmH5BYUEypo74zxbY8MPQgfsWiMs3yrCewRwj93cMsY54S1BYubGrVYDbtd2PFhaUYo24k772OG1GGHDVlNVrG_r/s320/P7241193.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364146835166157874" /></a><br /><br />- Restituto, ¿te das cuenta de que te avergüenzas de lo que haces? Te disfrazas para hacer algo malo, ése no es el camino y lo sabes. Además, el peluquín debe tener sapos, culebras y gremlins, ¡pones en riesgo tu salud física y mental por cuatro sardinas de nada!. <br /><br />- Hombre, cuatro sardinas de nada no eran, que a mis amigos les gustan mucho y no nos cansamos de hacer y hacer y hacer… con unas patatitas fritas y unas cervecitas frías… ¡uf, qué gusto!. Espera, Rojo, que me levanto. <br /><br />- ¡Noooo, no te levantes!- El Blanco, en un alarido, no puede impedir que Restituto se incorpore, se ponga sus zapatillas de invierno (en verano, calorcito bueno) y se dirija al salón. <br /><br />- Venga, que ya estamos. Retira el mueble y coge el peluquín, te viene perfecto. Sanéalo un poquito, quítale el polvo y esa pelusa que tiene. No, ése es el peluquín, lo otro es la pelusa. Eso. Sí, vale, bien. Ahora busca las gafas. Están sucias. Límpialas, anda. Listo. <br /><br />Restituto se dirige a la puerta, dispuesto a salir. Lleva la bolsa de basura en la mano, la aleja un poco del cuerpo. <br /><br />- ¡Restituto por Dios, Restituto que te pierdes! ¿Ni un pantaloncillo te vas a poner para salir a la calle? ¿vas a hacerlo en paños menores?, ¡con lo ajustados que te quedan! ¡y sales sin haber ido al baño! Qué escándalo… <br /><br />Hace rato que Restituto no ve ni oye al Rojo y al Blanco. Ya ha salido por la puerta. Entra en el ascensor. Pulsa el botón B. El ascensor se para en la segunda planta. Se sube su simpática vecina rubia. Sólo es capaz de decirle buenos días. Ella lo mira, de arriba abajo, con parada discreta y breve en los calzoncillos de mercadillo. <br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjtO3aCuEkXeCDSwGeoUooEt5jqriedF2CLPkZ1rK3HA73pMdnDRREilfmsDiTu31SzzD_WivIfyK6Tv4xsl7VMrZop-CcijKWFTu7JJ_ZxfgWhmfJRU9PVgqojqz8sKrVPPiLTfD9Xqcs/s1600-h/P7241195.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjtO3aCuEkXeCDSwGeoUooEt5jqriedF2CLPkZ1rK3HA73pMdnDRREilfmsDiTu31SzzD_WivIfyK6Tv4xsl7VMrZop-CcijKWFTu7JJ_ZxfgWhmfJRU9PVgqojqz8sKrVPPiLTfD9Xqcs/s320/P7241195.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5364145466175183154" /></a><br /><br />- Muy buenos días, sí señor. ¿Qué tal la fiesta de disfraces? <br />- Bien, muy bien… estupenda, cenita divertida con amigos. <br />- Hombre, vecino, pues para la próxima, me invita. <br /><br />Podría decirse que Restituto levita desde el portal hasta el contenedor. En él, un enorme cartel plateado le recuerda que está incumpliendo la Ley, una orden municipal, para ser exactos. Ahora mismo, eso le importa poco más que un carajo y bastante menos que un pimiento. Deposita la bolsa dentro, se da la vuelta y se topa con un pequeño gatito con el lomo negro rojizo y el pechito blanco, blanco roto. <br /><br />Restituto se agacha, lo toma en brazos y lo sube a casa. Nunca más tendrá que preocuparse de los restos de las sardinas. Las cortinas de tita Julia parecen balancearse ligeramente. La vecina de arriba sigue limpiando y sus tacones continúan sonando sobre la cabeza loca de Restituto.<br /><p>Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-7223209727620162182009-07-27T12:10:00.000-07:002009-07-27T23:20:54.038-07:00EL BLANCO Y EL ROJO (2º PARTE).<em>- Joer, colega ¿todavía no le has dicho nada? Llegas antes que yo y no aprovechas. Tú ves como eres tonto. </em>El personajillo en tanga grita dirigiéndose a las cortinas de tita Julia. Restituto se restriega los ojos y los abre como platos. <br /><br /><em>- ¿Dónde te has dejado el respeto, bichillo enfermo? ¿Así me hablas? Qué poquita vergüenza te tocó en el reparto, criatura. Yo no tomo provecho de las circunstancias, yo soy bueno, los buenos no necesitamos jugar sucio.</em> El ser de la túnica blanca responde presto. <br /><br />-<em> Yo soy bueno, los buenos no necesitamos jugar sucio</em> –dice el tanguita rojo en tono burlón-, <em>¡ay, pero qué penita me das!, ¡ni tú te crees lo que dices! Voy a ir para allá y te voy a colgar de la barra de esa cortina, con la túnica blanca esa que llevas, uhm, no veo bien... ¿esa cuál es, la blanco roto o la champagne? </em><br /><br /><em>- Claro, tú como siempre te pones el mismo tanga… déjame decirte que, después de treinta y cuatro años con ellos puestos, ya es horita de que los laves… no te molestes, pero hasta aquí llega el tufillo… </em><br /><br /><em>- ¿Pero qué dices, volao? Que yo tengo el armario lleno de tangas como éste, como Fidel de trajes caqui y Chávez de camisas rojas, que no te enteras, pero mira que eres cortito… así te va como te va… </em><br /><em><br />-¡Eh, eh, eh! ¿Pero esto qué es? ¿quiénes sois? ¿qué hacéis aquí? ¿qué queréis? ¿es la túnica blanco roto o champagne? ¿siempre llevas el mismo tanga?.</em> Restituto tiene los ojos rojos de tanto restregarse y el cerebro seco de exprimirlo para explicar lo que pasa. Desvaría. <br /><br /><em>- Madre mía, estoy idiota. El conflicto que se presenta ante mí me ha vuelto imbécil, pero qué cierto es que el hombre es un cristal y la mente lo puede todo...</em> se dice a sí mismo en voz baja. <br /><br /><em>- Oye, tú, ricura, no te pongas profundo. Soy Restituto El Rojo, el fantoche de la cortina es Restituto El Blanco. Nacimos el mismo día que tú. Bueno yo salí el último, soy el mayor, que conste. </em><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhynFxwqCXwTorpIDVgQj1dHJTEjdZBs_o9IuaPy8hcxKRvJhGNOkmKwlcMOPhImDdL3s46U_AKJa05VMLpXtupGGfvqBrHAfj1nWH3FMhvvIXS2rkHpqBzkZ4V6cPs4CA3zVyra6mHzMsO/s1600-h/P7241206.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhynFxwqCXwTorpIDVgQj1dHJTEjdZBs_o9IuaPy8hcxKRvJhGNOkmKwlcMOPhImDdL3s46U_AKJa05VMLpXtupGGfvqBrHAfj1nWH3FMhvvIXS2rkHpqBzkZ4V6cPs4CA3zVyra6mHzMsO/s320/P7241206.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5363220621729889826" /></a><br /><br /><em>- Vuelta otra vez con la burra al trigo... Te he dicho millones de veces que llegamos a este mundo a la vez</em> –dice El Blanco con resignación- <em>Amigo, estamos aquí para aconsejarte en esta compleja situación que tienes ante ti. Por supuesto, mi recomendación es que soportes estoicamente el olor a sardina y tires la basura esta noche.</em><br /><br /><em>- ¿Pero tú estás tonto? ¿no has visto la cara de mareo que tiene? Este no aguanta todo el día con el perfume. Restituto, guapo, hazme caso, baja la basura ahora y listo. Si nadie se va a enterar, hombre. </em><br /><br /><em>- Lo mareas tú, no las sardinas. La norma es la norma, Restituto, lo sabes. No debes incumplirla, debes seguir siendo el chico honrado y honesto que tus padres se esmeraron tanto en educar. <br /><br />- Sí, sí, honrado y honesto… por eso salió de aquel chino con dos marcos de fotos, sin pagar uno porque la chinita de turno se había equivocado al darle la vuelta… ¡y el no dijo ni mu! </em><br /><br /><em>- Bueno, bueno, eso fue un error simplemente. No fue deliberado, cualquiera puede confundirse. Restituto es un chico que siempre hace lo correcto, ¿verdad Restituto? </em><br /><br />Restituto está callado, como en misa, cuando la gente está callada en misa, claro, no cuando el niño corretea, la niña se ríe, los amigotes charlan y el bebé berrea. Mira las cortinas, mira el zapatero, como en un partido de tenis, y le embarga la sensación de haberse comido precisamente una pelota de tenis que le está aplastando el conocimiento, por eso la cortina dorada es un tío con túnica blanco roto o champagne y el zapatero no es marrón, sino rojo tanga en serie. <br /><br /><em>- Yo… yo… yo no sé qué decir… -alcanza a responder – yo no quiero infringir las normas, pero no soporto este olor, la casa apesta, no puedo respirar, comimos mucho… estoy agobiado. </em><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEWNDoavsKU0XKwJGwhHrb92T6WM67Aual7AvXTk9Cti7lZRzQXrjZ8FT6YH-lL8RnZblJfAYRk3QhRJXNjUeneiqbhOsd4iWSEIiy1bhBW-AQVKbz8I2bLYjMzHOSFI0q-s9Oq5aR1eFD/s1600-h/P7241211.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEWNDoavsKU0XKwJGwhHrb92T6WM67Aual7AvXTk9Cti7lZRzQXrjZ8FT6YH-lL8RnZblJfAYRk3QhRJXNjUeneiqbhOsd4iWSEIiy1bhBW-AQVKbz8I2bLYjMzHOSFI0q-s9Oq5aR1eFD/s320/P7241211.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5363220827982096098" /></a><br /><br /><em>- Pues claro, hombre, por eso tienes que tirar la basura ya y dejarte de chorradas. Venga, vamos, te ayudo a cerrarla… o mejor no, no la cierres, que se esparza y se caiga cuando el camión la recoja… ¡qué chulo! </em><br /><br /><em>- Restituto, no hagas caso, no puedes hacer eso. Si lo haces, acabarás defraudando a Hacienda y marchándote de las gasolineras sin pagar. <br /><br />- Es… es… esto, perdón, quería decir solamente que no tengo coche…- </em>interviene Restituto. <br /><br /><em>- Por eso, Restituto, por eso, caerás en una espiral de desenfreno, maldad y descontrol y la gasolina que robes no te servirá para nada. <br /><br />- Idiota, ¿qué dices? ¿no has oído que no tiene coche? Este tío es imbécil. Mira, Restituto, no le des más vueltas. Vamos, bájala ya, que me quiero ir a duchar y cambiarme de tanga.</em><br /><br /><p>Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-14346539239188033422009-07-24T12:34:00.001-07:002009-07-24T14:39:55.857-07:00EL BLANCO Y EL ROJO (1ª PARTE).Restituto acaba de despertarse. Le duele la cabeza. Su dormitorio huele que apesta. Son las nueve de la mañana, lo sabe porque la hortera de su vecina de arriba ya está taconeando, es la hora del baile de la limpieza. Los tacones son el accesorio básico de cualquier amo o ama de casa que se precie.<br /><br />Restituto todavía no ha abierto los ojos. En lo más profundo de su corazón guarda la vana esperanza de que, si no los abre, no comenzará el día y no se verá obligado a enfrentarse a la encrucijada con la que se había ido a dormir la noche anterior. <br /><br />Restituto está de vacaciones y anoche invitó a unos amigos a cenar. Muchas sardinas, sardinitas ricas. Los restos de las sardinas huelen mal, muy mal, espantosamente mal. La cocina es zona de guerra y el resto de la casa, incluido él mismo, todo su cuerpo, desde la punta de su pelo al uno, hasta sus deditos meñiques de ambos pies, <em>todo, todo, todo,</em> huele a las sardinas de ayer. <br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXkxABq-PS2frdrAbPOQfLlAxN6lBepdQXI8pA6Whab9x3Y7IOOMHQOyzxjbUOI8bEQ8u7uNlhIjgV4to_FLgwMNI58pXw4ShtZroc87BxEImhYKhkF7pQMNHUrg_uLtfT-atSZshr1yOj/s1600-h/sardinitasricas.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXkxABq-PS2frdrAbPOQfLlAxN6lBepdQXI8pA6Whab9x3Y7IOOMHQOyzxjbUOI8bEQ8u7uNlhIjgV4to_FLgwMNI58pXw4ShtZroc87BxEImhYKhkF7pQMNHUrg_uLtfT-atSZshr1yOj/s320/sardinitasricas.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5362141624240513298" /></a><br /><br />Restituto tiene ganas de mear, también tiene ganas de que la vecina del segundo, la rubita simpática, le diga algo más que buenos días en el ascensor, pero se aguanta las dos cosas. Volvamos a lo nuestro, decía que tiene ganas de mear. No controla ya, ni la vejiga, ni los ojos, no puede evitar abrirlos, la tragedia se cierne sobre su (inútil) cama de matrimonio y su ajustado calzoncillo de mercadillo… Restituto, es <em>mucho Restituto</em>, él y <em>todo él.</em> <br /><br />Restituto mira al techo. ¡Qué bonita la lámpara estilo oriental que le regaló tito Luís!. Ahora echa los ojos a la derecha. ¡Qué lindas quedaron las cortinas que le cosió tita Julia!. Luego a la izquierda. ¡Qué horroroso el zapatero gigante que le trajo tito Antonio!. Qué generosos y cariñosos los titos. Qué feliz y afortunado se sintió por haber compuesto su hogar como si fuera un collage de estilos y gustos diversos, gracias a sus amantísimos titos. <br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK_Lu9mG5v0IjpV6GcwLfXnKxxh-YEVe_1zTQNtNTxMV0qo2lO3UIo6MmnibMA4yJLcLCh8Hnm_vM5gj8oX2ubNQrsb1Jx9NbHdpU1dYBj-VUjXN91eOhUQPxvuK2SDt-sjqOw9bfq_kTv/s1600-h/lascortinas.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK_Lu9mG5v0IjpV6GcwLfXnKxxh-YEVe_1zTQNtNTxMV0qo2lO3UIo6MmnibMA4yJLcLCh8Hnm_vM5gj8oX2ubNQrsb1Jx9NbHdpU1dYBj-VUjXN91eOhUQPxvuK2SDt-sjqOw9bfq_kTv/s320/lascortinas.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5362142255838486066" /></a><br /><br />Restituto recordó que fue el tito Pepe quién le regaló el cubo, rosa fosforito,para restos orgánicos, que ahora estaba en la cocina convertido en una bomba a punto de estallar. Restituto no había bajado la basura la noche anterior y no podría hacerlo ya, al menos, hasta las ocho. <br /><br />Las normas son claras en verano: nada de depositar basuras entre las ocho de la mañana y las ocho de la tarde. Son las nueve. Restituto nunca incumple las leyes, los reglamentos, las normas de su comunidad o las condiciones generales de la entrada del cine. Eso es así. <br /><br />El taconeo de la vecina limpiadora se hace más intenso, la cabeza le va a explotar. No sabe si es el estallido o las diez cervezas que se tomó anoche, u otra razón más extraña y menos racional, pero le ha parecido ver algo colgando de las cortinas de tita Julia. Una pequeña figura humana, semejante a la suya propia, vestida con una túnica blanca le saluda con la mano. Aparta la mirada, asustado de lo que sus ojos le enseñan. <br /><br />Los pelos, cada pelito del cuerpo, se le eriza cuando se da cuenta de que encima del horrendo zapatero de tito Antonio, hay otro ser, clavadito a él, vestido con lo que, a todas luces, parece un tanga rojo. Éste también hace gestos, pero no es exactamente un saludo, es más bien un corte de mangas.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-59681374488592497592009-07-16T13:01:00.001-07:002009-07-16T13:18:32.059-07:00EL HECHIZO DEL BAÑO DE SEÑORASTodos los baños de señoras del planeta se encuentran en complejas y peculiares coordenadas espacio-temporales, que los convierten en una subcategoría de los agujeros negros, tal como ocurre con <a href="http://heladodechocolatecontrocitos.blogspot.com/2009/07/que-tenga-un-buen-dia.html">los desayunos y vacaciones de algunas personas</a>.<br /><br />La primera manifestación del fenómeno es la fuerza invencible que empuja a todas las mujeres a ir hacia ellos ante la sola invitación realizada por otra mujer. La afirmación es obligada y automática: <em>“Voy al baño, ¿vienes?”, “Sí</em>”. Ya van dos, a menudo tres o cuatro.<br /><br />Mágica e inexplicablemente, el tiempo se detiene: <em>“¿Tienes papel en el tuyo?”, “No, pero tengo kleenex”, “Dame uno”, “Mi puerta no cierra bien”, “Espera que te la aguanto”, “Yo aquí no me siento, está todo mojado, ¡qué asco!”, “La cisterna no funciona”, “¡Madre mía, y el suelo encharcado!”, “Niña, aguanta medio agachada”, “¡Qué suplicio!”.</em><br /><br />Las demás mujeres necesitadas de descarga se amontonan en la puerta. Y crece la cola. Se amontonan en la puerta del baño del bar, del baño del restaurante, del baño de la feria, del baño de la estación de autobuses. En el baño del restaurante la mamá entra con el nene. El nene ameniza el ratito dando por saco, abriendo los grifos y tirando del rollo de papel higiénico.<br /><br />En la puerta del baño del bar, las aspirantes se miran con disimulo, examinando concienzudamente el material con el que fue construido. Aquélla ha salido y no se ha lavado las manos, qué puerca. El techo se agota, no da para más, ahora tocan las paredes y las puertas, a ésta no le vendría mal una manita de barniz. <br /><br />Una vez hice pis en Harrods, en el baño de Harrods, se entiende. Lo recuerdo con cariño y nostalgia. Allí no había cola sino una señora uniformada que movía las manos a modo de policía de tráfico o señalero de aeropuerto. Regulaba el tránsito (…), todos los recursos disponibles y prohibía el paso a carritos de la compra y de bebé. No permitía el acceso a la pista de despegue hasta que los aposentos individuales se habían liberado y se encontraban listos para su uso. <br /><br />En la puerta del baño de la oficina tampoco tienen cola pero sí barullo. Hay un enfermero atendiendo a una pobre lesionada. Maricarmen, hoy está de Santo y le ha tocado el premio gordo.<br /><br /><em>- ¿Qué le ha pasado a Maricarmen?<br /><br />- Se ha roto el tobillo, un dedo y dos dientes.<br /><br />- ¿¡Pero qué me dices!? Si la acabo de ver yendo al baño.<br /><br />- Pues allí ha sido.<br /><br />- ¿Qué hacía?, ¿escalada?.<br /><br />- Parece que no tenía a mano papel higiénico y se puso de pie encima del váter. Se resbaló, metió un pie en la taza y otro se le encajó entre la pared y el váter, con tan mala suerte que, cuando se agarró al marco de la ventana para evitar la caída, ésta se cerró por un golpe de aire, atrapándole la mano, el cuerpo se le fue para adelante y se dio en la cara con el lavabo.</em><br /><br />Maricarmen conservaría intactos su tobillo, su dentadura y su mano si en lugar de tener una bruja cotilla en recepción, contáramos con una maga señalera blanca o gris que anulara con sus artes el hechizo que pesa sobre el baño de señoras.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-89067265004129667622009-07-14T14:31:00.000-07:002009-07-15T13:45:46.977-07:00TATUAJE CON ALQUITRÁNComo yo todo lo que hago, lo hago a lo grande, nunca me he tatuado. Digo que nunca me he tatuado con ninguno de los métodos tradicionales. Yo me tatué hace muchos, muchos años de la forma más singular posible: con alquitrán.<br /><br />En aquel tiempo hablaba sin parar pero nadie me escuchaba. No sé si me interesé por el tema y no obtuve respuesta o se me olvidó preguntar si aquella cosa negra, pegajosa y ardiente era peligrosa y, con las prisas y tal, me salpicó el asunto. Y ya no hizo falta preguntar más nada. <br /><br />Como chiquilla coqueta y pizpireta que era, estampados cara, brazos y piernas de negras manchas achicharrantes, zumbando para el hospital, mi primer pensamiento fue una duda, muy atinada para el momento: <em>“¿me querrá así Rafalito?”. </em><br /><br />Téngase presente que “Rafalito” era un amigo de mi hermano mayor del que estaba locamente y ciegamente (muy ciegamente) enamorada. Yo tenía cuatro años y él diez, nuestro amor era imposible entonces.<br /><br />Una vez en el hospital, me sentaron en una silla de ruedas forrada de sábanas blancas, me subieron en el ascensor y me pasearon por todas las plantas del hospital. Pero no me podían atender y curar, porque era muy pequeña aún, así que el paseo no sirvió para nada, únicamente para que el atajo de inútiles que me asistió se diera cuenta de que debían trasladarme al hospital materno infantil. <br /><br />Y allí me bañaron de aceite y me liaron en vendas, como a las momias. Un mesecito de reposo, zampando queso, croquetas y macarrones. El médico nos dijo: <em>“las quemaduras crecerán con ella, se estirarán con su piel… cuando sea adulta</em> –y pueda ir a que la mareen al hospital del atajo antes mencionado- <em>podrá operarse con cirugía estética y quitárselas”. </em><br /><br />Pasa que claro, como llevo esta última media vida tan liada, y el resto que me queda, más liada todavía, no soy capaz de encontrar un día que me venga bien para que me duerman entera y me quiten el mapa del mundo que llevo encima. <br /><br />Y luego está la gente. Tan linda siempre. Sobre todo cuando eres niño. Los niños, qué monos... <br /><em><br />- ¿Eso qué es? ¡Qué feo!.<br />- Nada.<br />- Pareces Frankenstein. <br />- Y tú Drácula.<br />- ¿Lo dices por lo blanquita que tengo la cara?.<br />- No, lo digo por la sangre que te chorrea por la boca.<br />- ¿Quéfff?. ¡Ayfff, feñorita, me ha fegado, Fanfenstein me ha fegado!.</em><br /><br />Los niños crecen, se vuelven chavales, jóvenes.<br /><em><br />- ¿Eso qué es? <br />- Nada.<br />- Parecen hongos.<br />- Y tú un cardo borriquero. <br />- ¿Pero son hongos o no?<br />- Sí, son hongos de primer y segundo grado, justo el curso en el que tú dejaste de estudiar. </em><br /><br />Los jóvenes se hacen adultos. Y ya no preguntan. No tienes que llevar en el bolso la grabadora con la historia titulada “Es que me quemé con alquitrán”. Sin embargo, en lugar de preguntar, mienten (esto lo hace mucha gente en otras circunstancias, es muy socorrido). <br /><em><br />- Hola. Quería un gel para intentar peinar la ceja, la tengo muy rebelde, como la quemadura está justo encima, los pelos crecen a su aire…<br />- Sí, éste es muy bueno, lléveselo. Le durará perfecta todo el día… pero por la quemadura no se preocupe, no se nota nada. <br />- Mujer, no diga eso, ¿sabe con quién se casó el año pasado Rafalito? ¡No fue conmigo!</em>Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-91489312493350778122009-07-10T12:05:00.000-07:002009-07-10T12:15:46.069-07:00CARA Y CRUZCARA O DON AMOR<br /><br />Don Amor es una arquitectura humana de ojos preciosos y brazos sólidos. Don Amor es una boca jugosa custodiando la retaguardia perfecta. Don Amor es una sonrisa completa sobre un torso de mármol. Don Amor es una tentación inmensa, una inspiración interminable, una fábrica de musas que canturrean a mi alrededor continuamente y acaban dándome dolor de cabeza. <br /><br />La aspirina no borrará la luz de tu mirada ni apagará el canto de las musas. <br /><br /> CRUZ O TIRAR LA ROPA POR LA VENTANA<br /> <br />Llueve todos los días en mi cabeza, pero nunca en mi rostro. La tristeza ocupa todo mi cuerpo, menos mis ojos. Traes un vaso diminuto para vaciar de agua mi cerebro inundado. En cualquier caso, ya es tarde. Hace tiempo que me ahogué y se mojó la colada. No, no te molestes, puedo sola con mi alma, es lo único que tengo ahora. La arrastraré con la poquita dignidad que me queda y la dejaré en algún rincón, donde no estorbe y podamos descansar las dos. <br /><br />Ya sabes, la ropa mojada pesa mucho más, sobre todo cuando la llevas tú sola.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-77218819907340454052009-07-08T11:55:00.000-07:002009-07-08T12:28:16.225-07:00EL ALBORNOZ Y EL PRECIPICIOO el cuervo y la zorra. O el blanco y el negro. O el gato y el ratón. O cómo sería mi vida, si no fuera mía.<br /><br />Si mi vida no fuera mía, madrugaría todos los días, salvo los domingos. Bebería alcohol y me haría un tatuaje donde la espalda pierde su nombre y el escote gana el suyo. Viviría un par de añitos en Manchester, Londres o Edimburgo. Volvería, o eso creo.<br /><br />Buscaría un trabajo de media jornada y estudiaría oposiciones. Me fumaría un porro alguna vez y me cogería una buena borrachera por mi cumpleaños o el tuyo.<br /><br />Todos los meses me iría de compras y gastaría una pasta en ropa. Me pondría mechas rubias, me teñiría las pestañas y me depilaría el cuerpo entero con láser.<br /><br />Dormiría como un angelito, como una marmota, como un leño. La vida sería maravillosa, divertida, ligera como una pluma. Mi ironía, siempre incapaz de llorar, no necesitaría sonreír. <br /><br />Si mi vida no fuera mía, saltaría el precipicio y te quitaría el albornoz después de atracar la tienda. Mejor cinco horas que cinco minutos. <br /><br />Si mi vida fuera así, entonces no sería mi vida o no sería yo, ¿o sí?.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-16210483991904758862009-07-05T10:32:00.001-07:002009-07-08T10:04:31.914-07:00QUE TENGA UN BUEN DÍALa “TMT NL” es la TooManyTaxesNoLight Company, una empresa privada que tiene dos oficinas en la ciudad, la primera dos calles más arriba que la otra. La primera más vieja que la otra, las dos igual de ineficaces y inútiles.<br /><br />-Hola buenos días, quisiera hacer una consulta.<br /><br />-Tiene que ponerse a la cola para que le den un número y le asignen una mesa.<br /><br />Ponerme a la cola y que me den un número conlleva unos veinte minutos de espera. Tiempo suficiente para escuchar al resto de sufridores acordarse de la madre promiscua y el padre desconocido de la chica que atiende en el mostrador titulado sin ninguna clase de fundamento “Información”. <br /><br />-Hace dos meses solicitamos un certificado sobre esta referencia y no lo hemos recibido. Aquí tiene una copia de la solicitud. Quería un número para las mesas y consultar qué ha pasado con nuestro escrito.<br /><br />- A ver, déjeme la copia que trae.<br /><br />Se la entrego con cierto recelo, ese tinte de pelo me hace desconfiar, una persona de bien no puede levantarse por las mañanas, verse en el espejo, reflejar semejante colección de tonalidades en la cabeza y salir a la calle… debería ser un delito. Creo que me pican los ojos, aparto la mirada. Toma el papel en las manos, parece leer dos líneas, se levanta y se pone a buscar en una bandeja. Pasan unos minutitos más. <br /><br />-Uy, pues no sé dónde está la solicitud. No la encuentro. No sé dónde la ha puesto mi compañera… y está de vacaciones…<br /><br />Las vacaciones y los desayunos son un fenómeno curioso, digno de estudio. Creo que son una subcategoría dentro de los agujeros negros, una especie de triángulo de las Bermudas donde la gente desaparece. Vacaciones interminables e intermitentes y desayunos-almuerzos donde te ponen una bolsa de Tipany´s con el café, por eso vuelven a su puesto de trabajo con una colgando del brazo. <br /><br />-Bueno, mira, yo te doy un número y tú preguntas al de la mesa.<br /><br />Está claro que lo del tinte era una señal. Tengo el número 12. Bonito número. En contra de todo pronóstico, no pasan cinco minutos, y el panel de turnos me dice que es el mío, en la mesa 10. Sólo hay cinco mesas. Ya decía yo que iba muy bien la cosa.<br /><br />-Oiga, perdón, ¿la mesa 10 dónde está? –pregunto al tipo que atiende en la mesa 2.<br /><br />-Ni idea, cuando la encuentre me lo dice –con un tonillo chulesco-cómico de lo más poco simpático.<br /><br />-¿Perdón? Lo pregunto porque es mi turno y el panel me indica que la mesa es la 10.<br /><br />-Pues no sé, vaya arriba, que hay más mesas.<br /><br />Yo creo que este señor, que trabaja aquí todos los días, conoce tan bien este lugar como yo conozco Wagram. Subo las escaleras aparecen en el horizonte tres mesas, sin numeración que las identifique. Rastreo, pregunto y encuentro la mesa 10, como podría ser la mesa 1977.<br /><br />-Buenos días. Quisiera preguntar por esta solicitud que hicimos hace dos meses, a las que aún no nos han respondido.<br /><br />El tipo me mira con cara de póker. Me pega un post-it en mi copia del documento, ha escrito un nombre en él.<br /><br />-Vaya a las otras oficinas, planta primera y pregunte por este hombre, él le informará.<br /><br />Gracias. Salgo del edificio y camino hasta la otra oficina. Encuentro algo parecido a un vestíbulo, con un señor de mediana edad sentado a modo de conserje. Le enseño el post-it y le pido ver a la persona en él escrita. No puedo. Dice que allí no se recibe a la gente. Dice que le importa un rábano lo que ha dicho el señor de la mesa 10. Dice que no. Dice que no. No es no. Vuelvo al otro edificio, vuelvo a subir las escaleras, salto sobre la mesa 10.<br /><br />-Oiga, el conserje del otro edificio no me deja pasar para hablar con la persona que Vd. me ha indicado.<br /><br />-Eso es imposible, Vd. vaya y hable con quién le he dicho.<br /><br />Pasa un ángel, dos, media docena. Creo que hablo sin mover los labios. Me parece que un espíritu burlón me ha poseído y estoy expresándome en arameo aunque yo no tengo consciencia de ello. Me miro las manos, los brazos, el traje de verano, comprado en las rebajas. Compruebo que sigo ocupando espacio en la realidad, soy una persona. Vamos, que se están riendo de mí conmigo delante.<br /><br />-Acabo de decirle que el conserje no me deja pasar. ¿Qué hago? ¿Paso aunque no me lo permita?<br /><br />-No, espere, espere un momento.<br /><br />He perdido la cuenta de los momentos. Este es largo. Hace tres llamadas, se levanta, entra en un despacho, luego en otro. Sale. Coge el post-it que escribió antes, lo rompe, toma otro, anota un nombre distinto y un teléfono y me dice que vuelva a la otra oficina y le comente el tema a la persona que me señala. Gracias.<br /><br />Salgo del edificio y camino hasta la otra oficina. Encuentro un vestíbulo y alguien parecido a un conserje me mira con asco y aburrimiento, sentado a modo de persona. Le enseño el post-it y le pido ver a la persona en él escrita. No puedo. Dice que allí no se recibe a la gente. Dice que le importa un rábano lo que ha dicho el señor de la mesa 10. Dice que no. No es no. Dice que llame al teléfono que me han facilitado, que es el de esa oficina, y pida una cita.<br /><br />-¿Me está diciendo que vuelva a mi despacho para llamar aquí? ¿No puedo pedir la cita estando aquí ya? ¿Tengo que irme para hacerlo?<br /><br />-Sí, aquí no le va a atender nadie.<br /><br />-¿A Vd. le parece normal lo que me está diciendo? <br /><br />-Bueno… no sé, avisaré a la secretaria del Sr. Task, por si le puede dar la cita ahora.<br /><br />La secretaria del Sr. Task, el apuntado en la nota, se me acerca y habla mi idioma, ¡qué suerte!. Me da cita. Mientras, el conserje o lo que sea murmura para sí, se lamenta, porque cree que debería ser de los SWAT, el pobrecito dedica su vida a apagar fuegos, deshacer entuertos y solucionar crisis humanitarias mundiales. Tiene el estrés metido en el cuerpo, las responsabilidades le abruman, la preocupación le embarga, no duerme por las noches, las contracturas le impiden descansar y alimentarse… por eso las dos neuronas vivas que tiene rebotando en las paredes de su pequeña cabecita nunca llegan a conectar y dice sandeces una y otra vez.<br /><br />-Adiós, que tenga un buen día –le digo. Un día tan bueno como el que Vd. con su amabilidad, profesionalidad y humanidad me ha dado a mí, pienso… <br /><br />-Lo mismo le digo –responde. <br /><br />Sí, lo mismo, campeón, lo mismo.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-84199307584750216352009-06-12T01:41:00.000-07:002011-11-15T05:32:26.633-08:00¿A DÓNDE VAN LOS BESOS QUE NUNCA SE DAN?Esta mañana he madrugado por ti. Tenía que comprar tiempo. En la tienda sólo quedaban dos packs: cinco minutos con beso y cinco minutos con música. Me quedé con el pack del beso.<br /><br />Era lo que quería, parar el mundo un instante, encadenarme a tus brazos, perderme en tu boca, memorizar el olor de tu piel y volver a mi mundo cuando el reloj echara de nuevo a andar…<br /><br />Leí las instrucciones, claras y breves: abrir el sobre y diluir su contenido en medio vaso de agua, beberlo de un solo sorbo con los ojos cerrados. La tomé sin pensar y pasó.<br /><br />El reloj de la cocina se paró. Salí al salón, allí estabas. Habías venido a tomar un café, simplemente. Te miré a los ojos, profundos, enormes, mágicos…<br /><br />Creí oírte en un susurro… “te lo dije…” o quizá sólo lo soñé… o quizá lo pensé o quizá esta vida es demasiado corta y demasiado estrecha para sentir tanto al mismo tiempo.<br /><br />Mil besos dados y recibidos, mil caricias terminadas, guardados en tu memoria. Lástima que mi beso y mi caricia se perderán en el vacío breve de cinco minutos. Suerte que yo sí lo recordaré, para siempre.<br /><br />Es mucho más sencillo recordar lo que nunca ha sucedido. Por eso nuestro beso será perenne y perpetuas nuestras caricias, aunque tú ya no las sientas y no puedan repetirse jamás. <br /><br />El recuerdo del beso que no te he dado será mío eternamente e inmortal en estas líneas, aunque tus labios nunca hayan envuelto los míos.Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-46779833319494252062009-06-10T14:53:00.001-07:002009-07-16T00:43:45.740-07:00ESTOY INTENTANDO MEAREstoy intentando mear, pero no puedo, Wilson está al otro lado de la puerta del servicio, gritando como un poseso. Llevo una hora meándome, me ha costado todo ese tiempo poder levantarme para venir al baño. Según parece, es imprescindible que mi culo esté permanentemente pagado a mi silla, lo contrario significa que no estoy trabajando, o eso dice Wilson.<br /><br />- Smith, ¿qué haces? -me llama, aún con suavidad.<br /><br />- Estoy en el baño….-no hay muchas opciones, unas más ortodoxas que otras, eso sí.<br /><br />- Dime dónde está el cheque de la señora Parker.<br /><br />- En tu mesa, en la esquina derecha de tu mesa -respondo.<br /><br />- No lo encuentro. Ven a mi despacho y los buscas tú -la exposición es clara.<br /><br />- Está en la esquina derecha de tu mesa. Mira ahí, seguro que lo encuentras. <br /><br />-¡Smith, yo no lo veo!. ¿Quieres hacer el favor de salir y buscarlo tú? -va subiendo el tono.<br /><br />- Estoy en el baño, te lo acabo de decir -contesto moderado y paciente.<br /><br />- ¡Bueno, pues sal y lo buscas!-grita desaforadamente.<br /><br /><br />Creo que ya he meado. La verdad es que no tengo la certeza absoluta de haberlo hecho. Quiero decir que no recuerdo si, entre grito y grito, he logrado realizar todas las fases oportunas para completar con éxito la tarea. Sé que me desabroché el cinturón pero no tengo claro qué fue lo que sostuve con mis manos durante mi apasionante conversación sobre el cheque fantasma. <br /><br /><br />- Wilson, toma, aquí tienes el cheque.<br /><br />- ¿Pero dónde estaba? ¿Dónde lo habías puesto? -pregunta, yo diría, sorprendido.<br /><br />- Estaba aquí, justo en la esquina derecha de tu mesa.<br /><br /><script type="text/javascript">var _sttoolbar = {}</script><script src="http://w.sharethis.com/widget/stblogger.js" type="text/javascript"></script><script type="text/javascript">stBlogger.init("http://w.sharethis.com/button/sharethis.js#publisher=56d0ce96-2a3a-44d9-bc43-eb15848c0aea&type=blogger&headerbg=%2301070a&headerTitle=SHARE%20THIS%20COMPARTE");</script>Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-7392134912534181262009-06-03T14:54:00.000-07:002009-07-16T00:44:01.118-07:00UN BUEN CASO PARA MÍTrabajo en el famoso bufete “Stevenson & Peterson” desde hace siete años. Me llamo Smith y soy abogado junior. Wilson es el abogado senior más imbécil de la firma y también quien me evalúa trimestralmente. Me ha evaluado ya veintiocho veces pero nunca me aprueba. Dice que me falta visión jurídica y talento negociador. A él le falta pelo y veinte centímetros de altura y yo nunca le he dicho nada. <br /><br />Estoy en mi pequeño despacho esperando a una clienta que Wilson me ha encasquetado porque dice que es un buen caso para mí, un desafío. Ya la oigo acercarse por el pasillo, pareciera que viene con prisa, con ansiedad…<br /><br />- “¡Ay, hijo mío, pero qué lejos de la entrada está este despacho!”– exclama –“Buenos días, cariño, mi nombre es Martha, Martha Silk… encantada”.<br /><br />La Sra. Silk se abalanza sobre mí y me estampa dos sonoros y pringosos besos en las mejillas. Es una mujer menuda, delgada, nerviosa, no para de gesticular. Lleva un gigantesco lazo rosa en la cabeza, cabello rubio teñido, muy rizado, enormes aros dorados en las orejas, gruesa raya negra en el ojo y bolsos y zapatos a juego con los aros. <br /><br />- “Buenos días, Sra. Silk, ¿en qué puedo ayudarla?” – pregunto ¿interesado?.<br /><br />- “Cariño, tengo un problema, un problema muy gordo y quiero una indemnización. MacPastor me ha estafado, a mí, y a miles de mujeres jóvenes y modernas como yo”- dice – “Quiero ponerles una demanda criminal y reclamarles un millón de dólares, mi dolor lo vale, he sufrido mucho con este tema, corazón” –afirma. <br /><br />Siento una patada brutal en el hígado cada vez que pronuncia la palabra “cariño”, “hijo” o “corazón”. Me contengo, guardo silencio y fijo la atención en el lazo que se menea al ritmo de su voz. <br /><br />- “Hijo, yo me compré hace dos días una laca de uñas, muy ilusionada con el color y el brillo del probador. Pero llegué a casa, me pinté con ella y cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que aquello no era Fresh Strawerry sino Dark Cherry, y encima ¡mate!”. La última frase la dijo casi gritando, golpeando el bolso contra el regazo y echando el lazo hacia delante.<br /><br />-“Aha…”- alcancé a decir. ¿Mate?, ¿alguien ha dicho mate?, ¿que “mate”?, ¿puedo?... y mis ojos volvieron al lazo, a la frente y a la raya desdibujada de la mujer estafada por el pintauñas mate.<br /><br /><script type="text/javascript">var _sttoolbar = {}</script><script src="http://w.sharethis.com/widget/stblogger.js" type="text/javascript"></script><script type="text/javascript">stBlogger.init("http://w.sharethis.com/button/sharethis.js#publisher=56d0ce96-2a3a-44d9-bc43-eb15848c0aea&type=blogger&headerbg=%2301070a&headerTitle=SHARE%20THIS%20COMPARTE");</script>Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6698097253192720013.post-68960150008384446772009-05-24T03:55:00.000-07:002009-07-16T00:44:23.683-07:00TETEADOSTranstornos Temporales de Atención II<br /><br />- ¡Carolino, Carolino!, ¿me oyes?, ¿qué demonios pasa? <br />- Joder, Raimundo… ya te he dicho que estoy en mi coche… aún no he salido para allá, ¡Dios!. <br /><br />Carolino está agazapado debajo del volante de su coche, un Honda 4x4. Habla a susurros, con un débil hilillo de voz, casi imperceptible. Tiene los ojos hundidos, tristes apagados. Sus enormes ojeras los enmarcan. Prácticamente no ve. Tampoco piensa, no carbura, está bloqueado. Carolino odia conducir desde que atropelló a aquella ancianita en su primera clase de autoescuela. Fue una fatalidad, sobre todo para la ancianita, que recibió una sustanciosa indemnización y desde entonces anda a saltitos, como un cangurito joven. <br /><br />- Vamos a ver, Carolino, ¿se puede saber qué coño haces?, ¿por qué no estás ya aquí? Llevamos una hora y media esperándote en la sala de juntas. <br />- ¡Sshhhh, cállate hombre, que te van a oír!, ¡Dios! <br /><br />Dos gatos se meten debajo del coche. Uno es negro, el otro blanco roto y negro, como una vaquita. Carolino no distingue los blancos. Se dio cuenta de ello el día que se compró el traje que llevaba puesto. Todavía no tiene claro quién fue a probárselo y quién lo pagó, lo que es evidente es que no era él, porque le queda dos tallas grandes, como sus gafas. Se deslizan constantemente por su diminuta nariz y pasa las horas subiéndoselas una y otra vez. <br /><br />- ¿Quién me va a oír?, ¿qué dices, estás loco?, ¿quieres decirme de una puñetera vez qué ha pasado con el dossier de las patatas? <br /><br />Carolino no responde. Se mueve despacio, a pequeños impulsos, intenta meterse en el espacio que hay debajo del volante, encima del freno, el embrague y el acelerador. No lo consigue, sólo logra golpearse la cabeza con el volante y que se le caigan las gafas. <br /><br />- ¡Auich!...Dios… <br />- ¿Carolino, Carolino? ¿Pero qué mierda haces? <br /><br />Un señor paseando al perro se acerca al coche. Es un perro de agua marrón que trota levemente sobre sus almohadillas y dirige con discreción el hocico hacia los bajos del coche de Carolino, en busca de los gatos. El dueño le tira bruscamente de la correa, cambian de sentido y se alejan del coche en dirección a un alcorque vacío que se disponen a llenar. La ciudad está repleta y henchida de alcorques profusamente adornados con caca de perro. <br /><br />- ¡Carolino, Carolino!, ¿quieres responderme de una puñetera vez? <br />- Raimundo, tranquilízate, no es para tanto, Dios…me he pisado las gafas… <br />- Tiene gracia... ¡¿Que no es para tanto?!,¡¿que no es para tanto?!... ¡¡¡ ¿tú tienes idea de la pasta que podemos ingresar con el anuncio de las malditas patatas?, ¿es que no sabes que ese dossier es el único original que tenemos con la horrenda marca de esas asquerosas patatas?!!! <br />- Sí, Raimundo, sí... ya lo sé, mejor que tú…¡Dios!. <br /><br />Se aproxima al coche el barrendero de la zona, un chaval joven con los cascos del mp3 puestos en la oreja. Ha posado los ojos en el parabrisas y ha descubierto a Carolino intentando infructuosamente plegarse entre los pedales y el asiento del piloto. En un instante fugaz, sus miradas se encuentran. El barrendero tiene los ojos vivos, profundos y expresivos, pareciera que mirándolos un rato pudieras sumergirte en ellos. <br /><br />- Pues entonces, Carolino, por tu madre de tu alma, ¿me vas a decir dónde coño está el dossier? - ¿Cómo es posible que no esté ya encima de la mesa de Anastasio? <br />- Anastasio... Dios, Anastasio, lo había olvidado, Dios... me va a matar cuando se entere... <br />- ¡Dios, Dios, Dios, pareces un telepredicador!, ¡No creo que te mate, antes te mato yo! ... pero, ¿cuándo se entere?... ¡¿cuándo se entere de qué?! <br /><br />El barrendero tararea una canción. Carolino le ha retirado la mirada, siente vergüenza de que pueda verle en semejante situación. El chico se hace el distraído y también aparta la suya del coche, no ha visto nada, ni estúpido ni extraordinario. Continúa su labor unos metros adelante. Carolino desea con todas sus fuerzas que la próstata de Anastasio grite y éste se levante a mear y se caiga de bruces en el cuarto de baño de la oficina… aunque sea imposible encajar, ni a presión, su metro ochenta entre el váter, el lavabo y el armarito donde guardan los rollos de papel higiénico perfumado, juntitos los tres elementos en paso de chotis. <br /><br />- Raimundo... he cometido un error, un grave error y no sé dónde está el dossier. <br />- Carolino, el corazón está a punto de salírseme por la boca… ¿cómo me dices eso?, ¿cómo me has hecho esto?, ¿y ahora qué vamos a hacer?, ¿qué vas a hacer?... <br />- Lo siento, Raimundo, de verdad que lo siento... no sé cómo sucedió, ni siquiera lo recuerdo... <br />- No, Carolino... déjalo, no supliques, está todo dicho... <br /><br />Estas nuevas escobas son una porquería como un piano, escasos metros allá. Más papel en la orgánica, esto es increíble, ¿tan difícil es poner cada basura en su contenedor? Se agacha y coge una carpetilla de color verde, repleta de papeles que sobresalen por los tres costados abiertos. <br /><br />- Por favor, Anastasio... entiéndeme, la perdí de vista un instante fugaz,... llegué a casa tan cansando anoche, trabajamos hasta tarde pero quería repasar unos datos... recuerdo que aparqué, bajé del coche... <br />- Carolino, no sigas…. Pensemos algo, Anastasio sigue esperándome en la sala, debes venir tú a decírselo.... <br />- …aparqué, bajé del coche... sé que la llevaba en la mano... después me puse la chaqueta… <br /><br />La abre. ¡Ostras, qué cosa más fea!, ¿qué será? Yo diría que es un pez con alas o un pájaro con gafas... bueno, sea lo que sea, irá a parar al contenedor azul. La cierra. La tiene en las manos aún cuando la cabeza de Carolino aparece por encima del volante de su Honda. Los ojos le brillan con una luz preciosa mitad ilusión, mitad locura. Los cuatro pelos de su cabeza ondean rítmicamente, en armonía con su corazón. <br /><br />Abre la puerta del coche, pisa de nuevo sus gafas, se tropieza con el cinturón de seguridad, da un traspié, tira el móvil, cae al suelo, se levanta deprisa y echa a correr hacia el chico. Cierra los brazos alrededor del muchacho, nada más alcanzarlo y comprobar que tiene en sus manos la maldita carpetilla verde. <br /><br />Le planta un beso en la boca, el chaval suelta la carpetilla inmediatamente. El mp3 se para en ese preciso instante, y con él, el resto del mundo. Carolino espera que las cápsulas de ajo sin olor que toma con el desayuno sean, de verdad, sin olor. El móvil habla solo, abandonado en la acera, encima de un charco de pipí del perro de agua. Los dos gatos salen de los bajos del coche y se acercan a él, lo miran con curiosidad, parece emitir un sonido... <br /><br />- ¡Carolino, Carolino!, ¿me oyes?, ¿qué demonios pasa?<br /><br /><script type="text/javascript">var _sttoolbar = {}</script><script src="http://w.sharethis.com/widget/stblogger.js" type="text/javascript"></script><script type="text/javascript">stBlogger.init("http://w.sharethis.com/button/sharethis.js#publisher=56d0ce96-2a3a-44d9-bc43-eb15848c0aea&type=blogger&headerbg=%2301070a&headerTitle=SHARE%20THIS%20COMPARTE");</script>Pat Lawriterhttp://www.blogger.com/profile/04343746149987018583noreply@blogger.com1