Quisiera ponerle un nombre, llevo semanas intentándolo, pero soy incapaz de encontrar la etiqueta para este producto hecho de restos mezclados, un kilo de duda, un trocito de pena, una cucharadita de nostalgia, un chupito de orgullo y una pizca de dolor.
¿Llegaste a entenderme o te ahogaste en mi mar de divagaciones, explicaciones y maldiciones? Alguién que tú conoces bien y yo poco o nada, me pidió cuentas; si lo hizo, amigo mío, es que nunca me comprendiste.
Por eso siento pena. Siento duda porque nada se resolvió, siento nostalgia por los escasos y breves ratos divertidos, zigzagueando contigo, siento orgullo... orgullo ignorado, olvidado, despreciado... perdido, quizá ahogado junto a ti.
Y siento dolor, porque nada de lo que quise fue, y lo que fue deseo, ya no es.
miércoles, 20 de enero de 2010
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4 comentarios:
¡Qué triste, guapa!
Me gustaría poder ayudarte, pero ahora me siento como mi sobrino, que si te duele la cabeza, te da un beso y te dice "Ya no te duele" y se va súper contento.
Pues no me vendría mal el besito de tu sobrino ;-)
Hola!!!
Yo pensaba que lo habías dejado, esto de internet...
Me alegro que vuelvas.
Un abrazo!
Pues recibe el mío y el de mi sobrino también, por si te sirve de algo.
fdo. Tu compañera de Pocoyización
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