miércoles, 28 de enero de 2009

¡TÚ TE CREES QUE YO SOY IMBÉCIL!

Esta es una expresión que, de vez en cuando, se me pasa por la mente y, desgraciadamente, no puedo decir en voz alta casi nunca.

No sé si os ha pasado pero, en determinadas circunstancias o situaciones, la persona que tenemos frente a nosotros nos dice algo, nos requiere o nos ignora, y entonces, éstas siete palabras circulan por nuestra cabeza, como un cartelito de neón.


Esto puede pasarte en un centro comercial, cuando quieren darte gato por liebre o quizá en cualquier oficina pública, cuando te marean de ventanilla en ventanilla o cuando el tipo del banco dice que no puede quitarte la comisión gigantesca que te ha puesto por cualquier chorrada. Los casos son innumerables.

Y realmente, sientes que se te pone cara de imbécil, de imbécil profundo... de otro modo esa persona que está delante tuya no te estaría soltando el rollo macabeo que te está soltando.

De veras lo creen, creen que somos imbéciles, y lo malo es que no sólo lo cree la dependienta de aquella tienda o el director de la sucursal... eso es lo malo, y muy malo, de hecho.

domingo, 25 de enero de 2009

VIDA DE GALGOS

Dicen algunos cazadores que quienes no compartimos su peculiar visión del amor a los animales somos unos descerebrados. Será por eso por lo que siento mi cabeza tan ligera, vacía pesa menos.

Será esa la razón de que me resulte total y absolutamente incomprensible que pueda encontrarse diversión en disparar a un animal, abatirlo, despellejarlo y hacer ostentación de la hazaña.

Sin embargo, la parte más repugnante de la caza no es la caza en sí. Nuestros singulares amantes de los animales tienen la poquísima verguenza de condenar a muerte a sus fieles compañeros, a los perros, a los galgos, que les siguen en sus matanzas.

Soy incapaz de maltratar vuestros ojos con fotografías durísimas, sumamente desagradables, en la que podríamos comprobar lo asqueroso que puede llegar a ser el hombre.

El perro, cuando ya es mayor o no cumple las expectativas del amo-cazador o cuando a éste le da la realísima gana, es abandonado a su suerte en el campo. Lo que ya es un acto absolutamente reprobable puede convertirse en algo tremendamente cruel, si el perro es atado por el cuello, impidiendo que pueda moverse para buscar comida o agua, muriendo de hambre y sed días después, tras una enorme agonía.

Hay que ser muy poca cosa para hacerle algo así a una criatura tan linda, tan leal y noble como un galgo, como cualquier perro.

Yo supongo que hay personas, cazadores, dueños, amos, que, al tener tan cargado el cerebro de neuronas letradas e instruídas, no les queda en él ni una pizca de sentido común, sensibilidad, lógica y civismo. Apuesto mi mano derecha a que tienen el alma ligera, tan vacía como según ellos tengo yo el cerebro.

Afortunadamente hay personas que soportan un peso enorme, porque tienen el alma llena de amor, y también de pena y dolor, por el sufrimiento que cargan, por el daño que intentan reparar, daño causado deliberadamente por otros.

Las personas con el alma llena dedican su tiempo y su cariño a ayudar, a construir, a sanar, son personas como Virginia Contreras, a la que desde aquí muestro mi admiración, por su constancia, su ánimo, su temple y su amor a los animales. Sus dos blogs, dos tesoros, son continuamente actualizados, están siempre repletos de historias de verdad, tristes y alegres, de llamadas de ayuda y sonrisas de felicidad.

Debo decir que visito regularmente sus blogs
Si me adoptas te prometo que nunca te abandonaré
y Kiara y sus amigas, los leo prácticamente todos los días, y he de confesar que en muchísimas ocasiones me quedo sin palabras -lo que es, creedme, poco común-. Ella siempre las encuentra, siempre está ahí para gritar, para auxiliar, para colaborar.

Desde aquí, desde este post, mi total, absoluto y rendido reconocimiento.

Lástima que para apreciar la luz, tengamos que vivir la oscuridad.




sábado, 24 de enero de 2009

GRAN HERMANO Y YO

Seguro que todos conocéis a alguien que fuma y bebe mucho o demasiado, que no recicla la basura, que no paga (todos) sus impuestos, que no se levanta de su asiento en el bus para dejar sentar a una persona mayor, que no para en los pasos de cebra, que ve porno o roba objetos del trabajo. También conoceréis a alguien que viera "Sin tetas no hay paraíso".

Bien, pues yo no hago nada de eso, no fumo, no bebo, reciclo la basura, pago mis impuestos, me levanto para ceder mi sitio, paro en los pasos de cebra, no veo porno ni robo objetos del trabajo, y no ví ningún capítulo de esa cuestionada serie con nombre tan horripilante, pero he de confesar que, en ocasiones, veo Gran Hermano.

Ya está, ya lo he dicho, no es tan grave, debéis comprenderme, no tengo vicio ninguno... algo tengo que hacer para desestresarme... además de leer, ver cine, montar en bici y escribir mi blog (todo esto no basta, mi estres es MUCHO).

En mi descargo, seguiré diciendo que otras personas de valía contrastada también sigue Gran Hermano. Como prueba, un tal Gato Encerrado , que comenta el programa desde hace varias ediciones y redacta unos post extensísimos, adornados con referencias históricas y literarias, que ya quisieran conocer muchos de los concursantes. Y anoche mismo comprobé que Nacho Montes (que acompaña a Cristina López Schlichting en la Cope algunas tardes) también es fiel seguidor. Mira, no estoy sola en una selva de iletrados.

Bien, pedidas las disculpas oportunas por tener un hábito tan poco recomendable, diré a quien le importe, que este chiquillo de las fotos es el ganador de la última edición, Iván Madrazo es su nombre. Como podréis observar, en este punto, el interés del reality va más allá del experimento social, aquí lo interesante es lo guapetón que es el chaval, y no olvidemos que mide casi un metro noventa, qué cosa.

Le ha costado mucho ganar, ocho nominaciones. El resto de participantes lo rechazó desde el principio, lo machacó y eso hizo que la audiencia lo defendiera y mantuviera en la casa hasta el final. Resulta curioso comprobar cómo la gente que concursa en estos programitas, conociéndolos, siga cometiendo el mismo error de siempre. Es un hecho comprobado que en cualquier reality, la víctima siempre gana.

Creo que Gran Hermano está normalizado, quiero decir que ya no es eso, ya no es un "experimento social", hace tiempo que dejó de serlo (si alguna vez lo fue). Los ex-concursantes, en su mayoría, vuelven al anonimato y desaparecen de la tele. Ahora es sólo como una jaula temporal, nada más.



¿Qué lleva a una persona -normal- a acudir a estos programas -además del dinero, claro-? Un trauma, un complejo, un desengaño amoroso. Todos hemos hecho tonterías alguna vez, pensadlo y si no las hemos hecho, las hemos rumiado, pero no han cuajado porque el angelito nos ha susurrado al oído algún buen consejo. Me temo que algunas personas tiene el angelito dormilón y el único que les grita es el diablillo.

Ayer Iván, el ganador, lloró como un niño cuando una seguidora del programa, fundadora de su plataforma ("ivanistas") le habló en directo en conexión telefónica. Una señora de cierta edad, según parece, muy enferma, que había encontrado una luz de entretenimiento e ilusión en la cara de este chico y había hecho todo lo posible por lograr que ganara. Pues ¡bien! por Gran Hermano, ¡bien! por Iván.

Hay quien oye la radio, pasea al perro o hace punto. Hay quien hace todo eso y además, en ocasiones, ve Gran Hermano. Al menos, es un vicio legal.

viernes, 16 de enero de 2009

¿EL OFICIO MÁS VIEJO DEL MUNDO?

Cada vez que oigo esta frase se me revuelve el estómago. Tengo una curiosidad inmensa por saber quién fue el primer indocumentado que dijo esto, quién fue la primera persona en afirmar que, el hombre (bueno, no, la mujer) antes de cultivar la tierra, alimentar a las crías y cazar, se dedicó a prestar servicios sexuales. Menuda estupidez.

Claro que, si aceptamos que se trata de un oficio, podríamos intentar comprender, más o menos, que los presos de la cárcel de Picassent recibieran esta Navidad un show con stripper como regalito de Reyes. Es importante que los internos aprendan los oficios, qué duda cabe.

Está de moda promover el reconocimiento del sexo por precio como una profesión. Son manadas los que defienden que la mujer que ejerce libre debe considerarse profesional desde el punto de vista legal. Por supuesto, hablan con la boquita pequeña del resto, de las que sufren explotación, esclavitud y maltrato, lo que pase con esas, no lo tienen tan claro, sobre todo porque para acabar con este gravísimo y doloroso problema, no bastan sus simples y torpes argumentos tipo "el que quiera que lo haga si no hace daño a alguien", ¡¡¡¿eh?!!!. .

Se afirma que es algo necesario, como el alimento, el agua o el techo (yo creo que podría añadirse hasta como derecho fundamental del hombre: el acceso a una mujer totalmente complaciente/disponible o prostituta); y más esencial ahora dado que, según parece, las chicas de hoy en día son muy difíciles de conquistar, esto es, que te las trabajas tres horas, la invitas a cenar y al cine, le calientas la oreja y, con todo, no tienes asegurado el café. Madre mía, qué injusticia, qué sufrimiento, qué agonía.

¡Pero qué cosa más tonta! con lo avanzada que está la industria y la técnica del sexo en lata, en latex, en todo!. Criatura mía, si quieres sexo sin preguntas, sin excusas, sin dolores de cabeza, sin gastos, sin aburridas comedias románticas, sin charlas eternas, sin compromisos, sin sentimientos, sin amor... ¡hijo, por Dios, ahorra para una muñequita del amor y santas pascuas!

Ya hablando en serio, a los que abogan su reconocimiento como oficio cotizable, les apoyo firmemente, es más, he pensado en el tema y creo que colegios e institutos (incluso guarderías) deberían adaptar sus planes de estudios y orientación profesional de cara a confeccionar una licenciatura en prostitución, tocándose en ella todas las artes sexuales conocidas y por conocer (sexo anal, vaginal y oral, lésbico, orgías, zoofilía, necrofília, sadomaso...)

Y todo ello, como digo, desde los primeros años de escolarización, potenciando y desarrollando al máximo las cualidades innatas de la mujer... ¿y del hombre...?, ¿o no es necesario que el hombre también se capacite?... no, lo digo siguiendo esa repugnante y repetida frasesita: "... es que los hombres... son diferentes... ellos no pueden evitarlo...",...claro, como son idiotas, ¿no?. Encima, a todos los creen animales, qué bien.

Por mi parte, desde ahora mismo, voy a promover la profesión entre mis conocidas, hermanas, cuñadas, amigas... lástima que yo no sirvo porque, como está mandao y todos sabéis, las que no aceptamos la prostitución como algo normal somos todas unas mojigatas, retraídas y beatas que no ven el sexo con naturalidad, por lo que no somos candidatas aptas para el oficio, claro.

Las empresas jugueteras de Alicante podrían comercializar productos encaminados a que las mujeres, desde pequeñitas, practicaran dar placer al hombre y, sobre todo, a prestarlo inmediatamente y sin preguntas, dado que, según parece es lo más importante, no sea que se nos atrofíen los cerebros de nuestros políticos, banqueros, economistas, periodistas y abogados.

A las mocitas en edad casadera, digo, copulera, en lugar del ajuar doméstico, con ropa de hogar, se le prepararía un ajuar complaciente, armado con lencería fina, botas altas, látigos, vibradores y toda clase de accesorios útiles al oficio.

Entonces, podríamos llenarnos de orgullo y preguntar a nuestra hija, hermana pequeña o sobrina:

"Nena, linda, ¡pero qué guapa te estás poniendo!... bueno, y tú ¿qué quieres ser de mayor?"

A lo que la niña, resuelta, dispuesta a hacerse millonaria chupando miembros y haciendo feliz a los hombres que lo precisen, respondería:

"Yo quiero ser ramera, con web y línea de lencería propia".