domingo, 30 de noviembre de 2008

SE ALQUILA MISIL. COMO NUEVO. LISTO PARA LANZAR.

La crisis obliga a las fuerzas armadas a plantearse el leasing de misiles

Día Z, 5:58 a.m. Fragata F-100 Rodrigo de Triana.

La operación Overchurro está a punto de hacerse realidad. Meses de preparación, toneladas de armamento.

Todo parece estar listo, el aire no se siente, nada se mueve.

- “Capitán, casi es la hora, restan dos minutos”- grita el Teniente Pérez. Con gesto serio, se acerca al Capitán, que está más serio todavía.

-“Teniente Pérez, compruebe que todo está preparado” – el Capitán González no ha dormido bien, la tensión y la responsabilidad no le han dejado.

- “¡Atención, todos a sus puestos, faltan sólo dos minutos!. Cabo García, ¿está todo en orden?” –pregunta el Teniente Pérez a un jovencito con cara de empollón.

El Cabo Especialista García, iba para médico pero la sangre le mareaba, lo dejó en el primer curso. Ahora está delante de seis pantallas de ordenador, a punto de lanzar un mísil.

-“¡Sí señor, todo listo!”- responde rápidamente.

-“Bien, Teniente Pérez, a mi orden, inicie el lanzamiento del primer mísil!”- señala el Capitán González.

-“Sí señor”- responde el Teniente Pérez.

Dos minutos vuelan, como lo hará el mísil.

“¡Teniente, inicie lanzamiento!”- grita el Capitán.

“¡Cabo Especialista, inicie lanzamiento!” –repite el Teniente Pérez.

“¡Iniciado, señor!”- responde el Cabo Especialista García.

Un mísil Tomahawk abandona la fragata, ascendiendo a gran velocidad. El Capitán, el Teniente, el Cabo Especialista y el resto de la tripulación observan su trayectoria, unos en las pantallas, otros desde la cubierta de la fragata.

Y entonces, el Teniente Pérez menea unos papeles encima de su mesa, el Capitán González lo mira fijamente. El Teniente se pone a leer una notificación sin importancia que llevaba allí dos días. No había reparado en ella porque cuando se la trajeron era la hora del café y había quedado con el Guardamarina Martínez para charlar sobre las periquitas que se estaban trajinando.

La cara se lo pone roja, luego amarilla, después blanca. El Capitán intuye que algo pasa.

-“¿Qué ocurre Teniente?”- pregunta nervioso.

-“Se…se…señor, esto llegó hace dos días…”- la voz casi no le responde, le tiembla la mano, alargándola, acerca el documento al Capitán, que lo lee…

- “¡Eeeeehhhhh, pero vamos a ver, Pérez, Pérez!, ¡qué misil hemos lanzado!” – berrea el Capitán González- “¡Me-cago-en-tó-lo-que-se-menea, Pérez, Pérez, Péeeeerez, por su madre pero ¿qué mísil hemos lanzado?.... -Pérez no responde, se ha quedado mudo- ¡ostras, ostras, ostras, que hemos lanzado el alquilao, que no hay dinero, que es el del leasing…!, ¡que lo tenemos que devolver mañana, Péeeeeerez!”.

Esto nos pasa por hacer las prácticas en el puerto en lugar de hacerlas en alta mar… lo mismito nos pasó en Trafalgar…” –murmura el Guardamarina Martínez, mientras se relame recordando el sugerente escote de la periquita rubia.


miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿TENGO MONOS EN LA CARA?

Es una situación muy embarazosa. Un día te levantas, vas al baño, te lavas la cara, te miras al espejo y: ¡voilà, ungrano!. Qué alegría más grande...

Tienes que salir a la calle, es inevitable, así que intentas disimularlo y atacarlo con el corrector standard, con el corrector antigranos o con la crema supuestamente mágica de nombre irrecordable que te costó un pico y no volverás a comprarte jamás nunca en la vida.

Te miras otra vez al espejo antes de salir de casa. "No se nota tanto, sólo si te fijas mucho" -dices; "¡vaya parche llevo,se ve a un kilómetro!"- piensas. No hay otra, sales por la puerta.

El tipo del kiosko, al que tienes el placer de ver todos los días, ni te mira, coge el euro del periódico sin levantar la cabeza del Interviú de esta semana. Me parece que la portada es de una Gran Hermana, afanada en hacer téticos, digo, méritos para ganarse la vida sin forzar su improductiva masa cerebral. Primera prueba superada.

Llegas al trabajo. La chica de la entrada, con la que nunca has comido, de la que ignoras -y siempre ignorarás, crueldades de la vida- el día de su cumpleaños y el nombre del novio/santo que soporta sus neuras, te da los buenos días. Sus ojos caen disimuladamente hacia tu barbilla, punto exacto en el que el grano vive feliz de la vida. Segunda prueba aceptablemente superada.

Te sientas en tu puesto y enciendes el ordenador. Tranquilita y relajada, planeas acercarte al baño en pocos minutos, quieres comprobar cómo está el asunto. "No debe ir mal, las reacciones han sido normales hasta ahora..."- reflexionas sesudamente.

Y ese momento, en ese preciso instante, entonces, se te acerca un colega de curro, el que suele apuntarte que estás más gorda o tienes una mancha en el pantalón. Se pone delante tuya y comienza a hablarle, a tu grano, sí, comienza a hablarle a tu grano. Presientes que en cualquier momento te va a advertir de que lo tienes ahí, en la barbilla, por si no te has dado cuenta.

Habla con la mirada fija en él, o quizá sólo interminente, pero tú la sientes constante, como si no pudiera apartarla del grano más de diez segundos. Pero eso no es lo peor, lo peor es cuando hablas tú. Es entonces cuando todos sus sentidos se centran en el grano, toda tú eres un grano. Crees que te va a preguntar qué es eso que tienes ahí, como si no fuera más que notorio que es UN GRANO.

Ahora sé cómo se sienten los interrogados por torturadores, en salas oscuras, con luces intensas apuntadas a la cara. Me siento culpable, muy culpable... mi voz interior me habla, me grita, me está diciendo que confiese, que lo diga, que lo diga alto... y yo no puedo más, no puedo contenerme... ¡Díos mío, qué suplicio...!

¡Sí, sí, fuí yo, yo fuí, lo confieso, yo me comí el kilo de helado de chocolate con trocitos ayer y hoy pago mi culpa con un grano delator coronándome/barbillándome el rostro!.

sábado, 22 de noviembre de 2008

"CARTA DESESPERADA DE AMOR" O "CARTA DE AMOR DESESPERADO"

Hoy me ha costado despegar mis huesos de la cama, mi trasero pesaba más que nunca y las zapatillas, que habían estado toda la noche de copas, mareadas, vomitaban bajo el colchón. Me he puesto del revés la camiseta y el pantalón ha hecho noche en mis caderas, tendré que dejar la tarta diaria de chocolate. Empujada por una extraña fuerza, he bajado las escaleras y me he dirigido a la cocina. Allí me sentí segura, aunque el gas estaba abierto, el frigorífico hacía un ruido extraño y las hormigas tomaban huevo frito y jamón para desayunar.

En ese momento, mi despertador, de efectos retardados, ha comenzado a zumbar, no sólo en mis oídos sino en los de mi familia. Todos son muy comprensivos pero ya se sabe que la compresión tiene un límite y Saturno anillos. Subiendo los escalones de tres en tres y, abriendo la puerta con la suavidad que mi cabeza me permitió, derribé el demoniaco aparato y su martilleante sonido no fue más que un vago recuerdo.

Mi tragedia no había hecho más que empezar. La leche bullía como un volcán inmaculado. Lanzándome a un vacío rocoso de diecieséis escalones puntiagudos que había subido segundos antes, me adentré en la selva blanca de un cazo vengativo, deseoso de escupir su repugnante lava e hidratarme de una vez por todas la cara. Aquel bizcocho hueco me amenazaba y mis manos titubeaban, de un golpe seco giré el interruptor y anulé sin piedad la fuerza rugiente que momentos antes me intimidó.

Me senté en una silla y observe cómo aquella leche quemada perdía volumen, imaginé otras muchas cosas que, después de estar muy calientes, pierden volumen y se desinflan, y me lamenté de la crueldad de la Naturaleza. Allí, viendo la decadencia de un volumen poderoso y amenazante, recordando como las grandes fortalezas también sucumben, entonces, en ese momento, te recordé.

Tú estabas en otra galaxia y yo era demasiado terrestre. El sufrimiento inundaba mi alma y las lágrimas mi cuarto. Me gustaría pillar al tonto que dijo que "llorar desahogaba". Mi odisea de amor por ti era interminable.

Un día cualquiera se me ocurrió intentar estrangularte cariñosamente mientras nos bañábamos en la piscina y, además de soportar un Sol inclemente, escuchaba con enorme deseo de que te volvieras mudo, una de tus clases teóricas sobre "Cómo convertir a tu mejor amiga en tu chica ideal". Yo con escasa masa corporal y tú con demasiadas pesas metidas en el cuerpo... acabé cayendo al agua de un golpe, un golpe singular, nada comparado con...

Alguien golpeó con la suavidad de un arado mi hombro, me desperté. El gas había inundado la cocina, mi familia jaleaba, yendo de un lado a otro, como bailando una danza tribal. Aquel bizcocho granate me intimidaba y mis manos titubeaban, de un golpe seco giré el interruptor y anulé sin piedad el olor amenazante que momentos antes me alienó. La segunda vez todo es más fácil.

Subí las escaleras. Me eché en la cama y dejé que mi piel se adhiriera a las sábanas, deseé fundirme con ellas y lamentarme. La contrariedad, tu contrariedad me perseguía. Mi tragedia no había hecho más que comenzar.



miércoles, 19 de noviembre de 2008

1 AÑO EN 1 POST

Los años, como las cosas, no son blancas ni negras, suelen ser grises, por la mezcla. Este año 2008 ha sido gris.

Para muchos, un poco también para mí, gris oscuro, por la culpa, culpita de la crisis que nos rodea.

Mi vocación era verde, verde esperanza. Mi trabajo es mi ilusión y en este año, gracias a personas grises y a personalidades grises, mi vocación y mi trabajo son más bien marrones. La Justicia y la Razón no están tan cerca de mí como yo pensaba, y aunque las siento a mi lado y hasta puedo llegar a tocarlas y a llorarlas, hay quien no cree en ellas. Este año, me han empujado a no creer y lo han logrado, sólo en parte.

Los caminos del amor son tantos, tan distintos y complejos… el amor a los padres, a los hermanos, a los hijos, a la pareja, a los amigos. No es fácil cazar el equilibrio. Este año lo he intentado y adivino que lo he conseguido. Puedes querer a tu padre con un abrazo, a tu madre con un beso, a los hermanos con una palabra, a la pareja con una sonrisa y a los amigos con un paseo en conversación. Este año, así, me han querido mucho.

El mundo es nuestro para cuidarlo y vivirlo, también viajarlo. Este año he vivido Londres y París y vivo más gracias a ellas, a sus calles, sus paisajes, sus colores y su luz, que ahora es un poquito mía, con permiso de Nelson y Napoleón.

Hay tres florecillas color naranja que me han alumbrado este año. Son tres corazoncitos inquietos que hacen pucheros, gatean, sonríen y ríen, sus ojos y sus manitas te hablan y te cuentan que tienen sueño y hambre, que quieren que les mimes y les quieras. Iluminan el hogar de sus padres, y sus padres les iluminan a ellos con su amor en la vida que comienzan.

Este año gris, ha sido brillante, en su color.

Las flores color naranja que me ríen y me miran con ojitos puros y limpios, me regalan el azul favorito, con el que cierro este año, para abrir el venidero.

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martes, 18 de noviembre de 2008

GLOBITA Y LITU O LA VIOLENCIA CONTRA LOS ANIMALES


Lo he leído en 20 Minutos. He visto la fotografía de Globita, la que parece estar peor. Ay.

La historia es sencilla. Van unos cretinos por el campo, ven un cortijo, entran en él para robar, se encuentran dos perritas indefensas, les pegan un palo en la cabeza, les revientan el ojo, roban y se largan. Listo. Mira tú qué fácil de contar. Luego glosar, que también es fácil, lleva más tiempo.

Por supuesto, amigos, no es bueno ni honesto ROBAR, no puede (NO DEBE) uno entrar en la casa de nadie, aunque esté vacía y llevarse pertenencias ajenas. Eso que quede claro.

Y en cuanto a los animales, considerando que, aunque no puedan ser sujetos de derechos (ni obligaciones), como dice Juan Manuel de Prada, sí sienten dolor, y un palo en el ojo duele bastante, yo recomiendo desde aquí que, como decía, en cuanto a los animales, nos abstengamos de maltratarlos, más que nada, por humanidad, no tanto de ellos -aunque...- sino nuestra.

He tenido una idea. Sabéis que hay mucha gente estresada en el mundo y no saben qué hacer... montan en bici, practican tai-chi, aerobic, tiro al plato, dominó, pesas, ajedrez... sin resultados. Bien, entonces, ¿qué os parece si, estas bestias que van por ahí dando palos a todo lo que se encuentran, una vez detenidas, se pusieran a disposición de estas personas que sufren de overload?

Podrían descargar con ellos sus tensiones,
no sé, hay tantas formas... podrían cantarles y desafinarles copla, podrían desahogarse y contarles sus penas, podrían usarlos para que les recogieran la ropa, se la plancharan, cargaran con la compra... qué ahorro de trabajo sería, ¿no?

Y luego, a los más estresados, a los pobrecitos que están peor, pues el método final: el palo entrepernero. Sería tan sencillo como facilitar un palo de beisbol al estresado y sugerirle que, con él, le golpeara entre las piernas al individuo sin corazón que le reventó un ojo a una perrita que, sólo mirarla ya da pena. ¿Qué os parece?

Voy a patentar el palo entrepernero. De verdad que sí.

EL BALCÓN DE ROSALES O ¿DÓNDE ESTÁ EL SEÑOR ALCALDE?



Es un hecho notorio que cualquier imbécil puede ser portero de discoteca. No digo que todos los porteros de discoteca sean imbéciles. No los conozco a todos, ni ganas. Sí digo que esta es la enésima noticia sobre hechos similares y, verdaderamente, el lamento es interminable, en especial, el de la familia y los amigos del pobre chico fallecido.

Las versiones son más o menos concretas o difusas, pero lo que parece claro es que hubo un altercado, por un empujón a una chica o un insulto a un chico y, simplemente, ya, por eso, se inició una pelea que, en realidad, y según todos los indicios fue más bien una paliza al chiquillo en cuestión (las peleas, al menos, son entre iguales, en número o en fuerza).

He podido ver el video del abogado de los imputados, también he visto de refilón la cara de uno de ellos. Aquél dice que fue un accidente, que la víctima se cayó y alguién, a su vez, le cayó encima; éste se tapa la cara para que no le reconozcan.

El ser humano, lamentablemente, siempre tiene una excusa para todo. Para que un aplastamiento brutal del corazón sea un accidente, para que un asesinato se convierta en una imagen borrosa de alguien en el coche de la polícia.

Qué valiente en la multitud y en la noche. Qué cobarde y despreciable a la luz del día. Qué dolor más grande, qué noche eterna para esos padres y hermanos. Todos lo sentimos. Y eso no basta.

Maldito local que DEBÍA ESTAR CERRADO, no porque yo lo diga, sino porque trece inspecciones y cincuenta y siete denuncias lo exigían.

Ahora el clamor no es jurídico, ni va escrito en un papel que se mete en un expediente interminable, el clamor es un llanto de dolor... que no puede dejarse para mañana... porque el funcionario está desayunando o porque... Qué triste.

viernes, 14 de noviembre de 2008

WUTHERING HEIGHTS BY LAWRENCE OLIVIER, MERLE OBERON & KATE BUSH



Vamos a respirar un momento porque, afortunadamente, el ser humano, además de barbaridades, también hace cosas bellas.

Tenéis unidas en el video de este post dos obras maestras, para mi gusto, of course. Los que me rodean y me soportan día a día tienen otra opinión sobre este asunto... más que nada porque oyen la canción a menudo y han visto la película más de una vez.

La película se llama "Wuthering Heights" (Cumbres Borrascosas) y está basada en la obra del mismo nombre escrita por Emily Brontë (Jane Eyre). Hay otras versiones, ésta es mi preferida, en blanco y negro y protagonizada por Lawrence Olivier y Merle Oberon. El argumento es un poco árido, como los páramos de Yorkshire, pero os la recomiendo totalmente.

Cierto es que cuesta entender algunas actitudes y comportamientos desde nuestra óptica, es otro lugar y otro siglo, pero en todo caso, las intepretaciones y la historia de amor bien valen un rato. Mejor versión original (¡mejor con subtítulos!).

La música tiene el mismo nombre, es una canción escrita e interpretada por Kate Bush, también basada en la novela de Brontë. La voz es un poco fantasmagórica, como Kathy, pero ahí está la cuestión. Debo reconocer mi debilidad hacia Kate Bush. Me encantan Babooska, Army Dreamers, Running up that Hill...

Recuerdo la primera vez que escuché esta canción, hace muuuuuchos años. Ni la entendí, ni sabía quién la cantaba, ni de qué hablaba. Sí sentí que sonaba a ruego, a llanto, a dolor... a algo que va más allá de todo, algo que sólo unos pocos tienen, encuentran, valoran y cuidan. Para pensar y sentir, dos en uno.

LAS NIÑAS AFGANAS SÍ QUIEREN ESTUDIAR



Todos hemos escuchado alguna vez el lamento de algún padre: "Ay, por Dios, no sabes el disgusto que tengo: mi niño, el mayor, que dice que no quiere estudiar... y yo le digo que, al menos, termine el instituto".

Sinceramente, este comentario parece estúpido y más estúpida parece aún la actitud del niño, el que no quiere estudiar porque no le da la gana. Ojo, no estoy diciendo que todo el mundo tenga que doctorarse en Económicas. Pero sí digo que algunos chavales no estudian, simple y llanamante, porque no quieren.

Estas niñas afganas lo tienen claro, quieren estudiar, aprender, ser maestras, ingenieras, abogadas, fontaneras, conducir coches, ver la tele, ir al cine y al teatro, quieren ser libres, como tú y como yo.

Pero resulta, fíjate tú por dónde, que en Afganistán, como en otros sitios, hay una panda de descerebrados y desalmados (no hay nada más peligroso, les falta todo) que no está de acuerdo, que piensa que la mujer debe quedarse en casa, cocinando, pariendo, sirviendo, guardando silencio, tal como si fuera un mueble.

Los pobrecitos tienen miedo de que se evidencie su inferioridad moral e intelectual y son tan valientes que se dedican a atentar contra chiquillas, menuda hazañas. Estoy completamente segura de que faltan en el diccionario palabras para describir lo repugnante de este acto. Podríamos inventar algunas y aún nos faltarían.

Supongo que todavía habrá alguien que piense que hay que ser tolerante con las creencias de unos pocos hombres del paleolítico, que debemos ser comprensivos con las costumbres y usos de otros países, civilizaciones y religiones. Quizá no con esta acción por ser demasiado violenta, pero sin con otras formas relacionadas de trato a mujeres y niños. Por lo visto, las lindísimas costumbres que violan los derechos fundamentales del individuo también han de ser respetadas.

Lo más triste no es sólo que haya imbéciles por el mundo que comentan estos crímenes, lo más lamentable es que en nuestro precioso país, la gente, los bloggeros quejosos de la vida, están más ocupados en criticar por enésima vez las palabras de la Reina o la actitud de la Iglesia ante el aborto, que en denunciar y condenar este tipo de actos.

Ah, y al niño, el mayor, el que no quiere estudiar, le pondría este video, para que se ilustre.

martes, 11 de noviembre de 2008

LA CUPULITA DE BARCELÓ PARA LA ONU



El presupuesto para la cúpula de la ONU pintada por Barceló es de 18,5 millones de euros. España se gastará casi 8 millones de euros en una cúpula de Barceló en la ONU

He de confesar que a mí el arte moderno, como que no. Comprendo que mi falta de capacidad para apreciar la belleza y la técnica de una plasta de colores tiene causa en mi ignorancia. Asumo mi ignorancia y, apelando a lo objetivo, que es lo más fiable, afirmo que esta obra es, al menos, difícil de ver (eufemismo, en mi pueblo, de la palabra FEA).

Y lo es. Dicen en el video que el ojo humano no puede abarcarlo por completo. Otra muestra más de lo inteligente que es la Naturaleza, aunque a veces se equivoque. ¿Te imaginas poder apreciar de una sola vez semejante montón de pegotes coloreados?

El otro día mi sobrina mayor -que en breve cumple dos añitos- estuvo a punto de acometer una obra maestra de dimensiones similares (y gratis ¿eh?).

Estaba la criatura merendando, con sus lápices de colores y su librito de pintar y, de repente, por causa de una tos inoportuna, vomitó la papilla de frutas que su mami le estaba dando.... ¡la pobre!¡qué mal lo pasó!. Claro, el cuaderno de pintar quedó impregnado de la papilla devuelta y desde luego, el resultado de aquel acto espontáneo no pudo ser más impactante. Voy a intentar por todos los medios que mi sobrina no deje de practicar estas artes, que son muy productivas con el tiempo...

Dicen también en el video que el autor entiende la obra como una metáfora del mundo. Yo diría que es más bien un símil, la obra es una porquería, como el mundo.

Siempre lo digo, y ahora he de volver a recordarlo, todo esto sería desternillante si el Gobierno Español no hubiera aplicado ocho millones (de nuestros euros) en esta preciosidad, pasando olímpicamente de los casi tres millones de parados que hay en España. Hace esto una gracia...

lunes, 10 de noviembre de 2008

LAS BICICLETAS NO SON PARA EL CARRIL BICI

Es cierto que su nombre, la normativa que lo regula y el símbolo que lo adorna pueden dar lugar a confusiones. Uno puede pensar que estos carriles están reservados a las bicicletas. Craso error, conclusión fallida.

No hay que dejarse llevar por meros indicios como los señalados anteriormente. Para saber exactamente qué uso hay que dar al carril bici, lo mejor es coger tu máquina y pasear por cualquiera de estas vías (si es que tienes alguna cerca).

Podrás comprobar que por estos carriles circulan vehículos de tracción mecánica (los coches y las motos de toda la vida), familias paseando, personas cruzando tranquila y temerariamente, gente haciendo footing... además de encontrar toda clase objetos colocados, estacionados o simplemente puestos encima de la vía.

Lo más gracioso es que no puedes hacer nada, esto es, te fastidias y punto. Si abres la boca, tú te llevas encima el improperio (eso como poco)... hace unos días me encontré un colega, tirando de una maleta gigante, con ruedas, que yo lo sentí mucho, debía pesar, pero con una paseo marítimo tan ancho, tan hermoso, tan amplio... ¿qué carajo hacía en el carril de la bici?

Pues nada, poca cosa... acordarse de mi tatarabuela, y sólo le adelanté... ¡que lo iba a pillar, hombre!, ¡estoy hecha una gamberra, leches!... ays, qué vida ésta...

jueves, 6 de noviembre de 2008

ALCÀSSER: LA JUSTICIA ES CIEGA


El fiscal pide 16 años para el padre de una de las niñas de Alcàsser

Pues ya lo dice el titular. Fernando García, el padre de Miriam García, una de las tristemente conocidas niñas de Alcàsser, soporta una solicitud de pena del Fiscal de hasta dieciséis años, por injurias y calumnias vertidas en un programa de televisión contra fiscales, jueces y forenses.

Este es la clase de cosas que te hacen estar tranquila. Sí, sí, piensas: "bueno, si un señor me insulta y me calumnia, sé que la Administración de Justicia me protegerá, sé que la Fiscalía actuará, sé que los Jueces dedicarán sus medios personales y materiales en castigar al culpable". Buf, qué descanso. Por cierto, ya me guardaré yo de insultar a nadie...

Claro, otras circunstancias te dan un poco más de miedo, te generan, digamos, inquietud. Por ejemplo, el tipejo sin escrúpulos que engaña a cientos de familias, que le pagan cientos de miles de euros por unas viviendas que no construye, dice devolverles el dinero en pagarés que resultan sin fondos y no se presenta a declarar como imputado, sencillamente, porque no le da la gana. ¡Cuánto cuesta perseguir a esta gente!. Pues nada, ya saben algunos cómo pueden ganarse la vida.

Desde luego, la Justicia es ciega, de eso no hay duda. Trincha con su espada al débil y ni la desenfunda con el desalmado que estafa a diestro y siniestro.

Señor, qué vida ésta.

lunes, 3 de noviembre de 2008

DISCULPE PERO ÉSTE ES MI ASIENTO

Alguna gente merece sentarse encima de un cactus, de verdad. A lo peor estas cosas sólo me pasan a mí.

Esta tarde vas al cine. Intentas llegar pronto, para no entrar cuando la película o los trailers hayan empezado. Pasas la cola y pides tu entrada: "Haga el favor, ¿podría dármela al lado del pasillo y, más o menos, a mitad de la sala?".

Tienes cierto interés en el asiento que pides, desde luego... por si acaso (acaso sientes la necesidad de ir a por palomitas sin pisotear a diez personas ni ponerle el culo en la cara a otras tantas, necesidad de hacer necesidades, estampidas que puedan darse en la sala por cualquier causa, motivo o razón...).

Estupendo, ya tienes tus entradas. Te diriges a la sala. Te esperas a que termine -por completo- la anterior sesión y entregas tus tickets al acomodador que charla animadamente con otro acomodador (fardando del ligoteo del finde) o acomodadora (intentado generar oportunidades para fardar la semana que viene).

Y pasas dentro. No se ve mucho, o se ve poco, con dificultad. Abres los ojos como platos, portas tu chaqueta, el bolso, las palomitas, el botellín de agua, la madre que te trajo (oyes, que puede haber ido contigo)... ¡nada, no encuentras la fila 6, asientos 2 y 4!... enciendes el móvil -antes de apagarlo para la peli-, diriges su luz al cabecero de las filas... ¡ahí están! ¿ahí están? ¡OCUPADOS!

Te hace una gracia todo, para mondarse de risa: "Ejem, disculpe, éste es mi asiento"-digo. "¡¿Eh, cómo, perdona?!" -me espeta. "Sí, le decía que estos asientos están ocupados, son nuestros". "Uy no, ¡qué va!... se equivoca" -me dice. Sí, claro, seguro...

"No, en absoluto, mire, aquí lo dice... ¿puedo ver sus entradas?"-le contesto. De repente, sus entradas se han volatilizado... "Por Dios... nos las encuentro...no, es que... alguien se ha sentado TAMBIÉN en nuestro sitio..."

¡Ah, qué interesante, apasionante, curioso...¿y a mí qué pimiento me importa eso?!. Lógico. Esto es como si vas por la calle, se te acerca un tipo con la nariz rota y te pega un puñetazo en la cara. Te caes al suelo, con la mano cubriéndote la mejilla y gritando de dolor y el mismo tipo te suelta: "No, verá Vd., no se ofenda, ve aquél señor del fondo, él me ha pegado a mí antes".

Total, que tienes que ponerte borde y decirle que la circunstancia que acaba de comunicarte te es totalmente ajena, así, en popular, que eso no tiene nada que ver contigo, que es su problema y se levanten de TU SITIO. Entonces, se levantan, con trabajo, como haciéndote un favor... suelen sentarse OTRA VEZ en un asiento distinto al suyo o se quedan en la fila de atrás (donde normalmente les corresponde) y murmuran durante toda la película sobre lo sosa y rancia que eres.

Y tú te sientas, por fin, en tu butaca, la que pediste en la taquilla; y nada más hacerlo notas esa desagradable brisa, brisa helada...¡el aire acondicionado! (digno de un post propio)... pues nada, ahí lo tienes, para ti todo...¡ese es tu sitio!

EL ALCALDE DE ZARRA O EL NEGOCIO REDONDO


Detenidos el alcalde de Zarra y su hijo por supuestos delitos urbanísticos

Desde luego, la familia que delinque unida, permanece unida. Ésto sí que son un padre y un hijo que se quieren, se respetan y se ayudan, en lo bueno, en lo malo, en lo ilegal...¡vamos, en lo que haga falta!

Según afirma la Fiscalía Anticorrupción, el padre distraía dinerito del Ayuntamiento para cederlo a la empresa constructora del hijo, a la que concedía licencias que le permitían edificar y comercializar casitas de apero-chalets.

Por favor, imaginad la típica escena familiar, en el saloncito de casa. Mami calienta la sopa en la cocina, la hermanita hace punto de cruz, el papi suma billetitos oscuros con la calculadora científica del hijo mayor. Entra en escena el hijo mayor.

"Papi,papi, ¿tienes cinco minutos?" -pregunta pizpireto.

"Dime hijo, dime, ¿qué necesitas?".


"Pues verás, papá, es que he visto un terrenito la mar de mono, allá en el Cerro Cabezón, rústico, el terreno rústico... ya lo sabes tú, porque tú, papá querido, eres el Alcalde del pueblo...pues ya te digo, más bonito el sitio... ¡con unas vistas!"
-en las vistas, se le suaviza la voz, como la seda.

"¿Y qué tenías tú pensado hacer en el terreno,hijo de mi alma?" -mi cosita, mi corazón, mi niñito lindo...

"Hombre, pues yo sé que en el rústico, la casita de aperos va... pero, yo había estado madurando una idea... una casitas, doscientos metros cuadrados, piscina, jacuzzi..." -digo yo...

"Hijo, no te olvides del jardín, que hace falta un huerto en los rústicos... y la piscina, alberquita de toda la vida... uhmmmm, buena idea, hijo, buena idea..." -dice más ancho que pancho.

"¡¿Entonces te parece bien, papá, te parece bien?!" -feliz como una perdiz.

"Sí, sí, me lo parece (FRIENDS), pero ¿tú cuánto dinero tienes ahorrado? ¿has roto la hucha? ¿cuánto tienes?"
-pregunta pero sin preocupación.

"Padre, tengo que ser sincero y honesto contigo (¿¿??), poca cosa tengo... pero la idea es buena... ¿podrías tú...?"
-por favor, por favor, por favor.

"Pues claro que puedo hijo, no se hablé más, mañana mismo la partida de limpieza y festejos para este año, la dejo apartadita para lo tuyo y la licencia, me la pides, que te la doy en un par de días..." -orgulloso, lo tiene todo resuelto.

"¡Ay, papá, qué generoso y bueno eres (¿¿??)...!, ¿me puedo llevar tu coche esta noche, que voy con unos amigos a la ciudad...?" -ruega con voz melosa otra vez.

"Claro hijo, pero ten cuidado, no vengas tarde".

"Eh, tú" -grita la madre desde la cocina, levantando la nariz de la olla de sopa- "antes de irte, saca al perro..."

"Sí, mami, voooooy....".


¿Quién no ha oído una conversación como ésta alguna vez? Unos piden la paga, otros la moto o el viaje, y éste, más listo, más crecido y más caradura, pide pasta y licencias.

Y su padre, que lo quiere, lo ama y lo adora, se lo da... no sea que el niño se frustre y se convierta en un infeliz, envidioso y egoísta... comó él, como lo que es.

sábado, 1 de noviembre de 2008

¡QUE LLUEVA! ¿QUÉ LLUEVA?


Nos lleva lloviendo tela. Hace días que llueve. Qué alegría.

El otro día salí a hacer unos recaditos. Me levanto, me apaño, saco la cabeza por la ventana y miro al cielo y veo el sol y cuatro nubes y media.

Digo que saco la cabeza y miro al cielo porque, en mi casa, en mis ventanas, no basta con sacar la cabeza, tienes que enfocar. Si te limitas a sacar la cabeza sólo ves a la vecina del edificio que tengo frente al nuestro. Para ser exactos, no la ves a ella, ves las preciosas cortinas que puso en el salón antes de que nos mudásemos nosotros, cortinas que no ha corrido desde que lo hicimos, desde que nos mudamos, digo.

Total, un día normal como otro cualquiera, sin amenaza de lluvia ni ná de ná. Decido ponerme unos taconcitos, un poco abiertos, aún no hace frío, bajitos pero finos. Salgo a la calle, me paso unos veinticinco minutos andando, llego al lugar al que me dirigía, estoy allí como media hora y cuando salgo, ¡premio, está lloviendo!, y no poco.

"¡Ay, hija! ¿cómo no traes paraguas?"
-me pregunta una señora a la que no conozco, ni ganas, ni interés ninguno en conocerla.

"Pues fíjase Vd. porque cuando salí de casa, hace ya más de una hora, no había muchas nubes, ni oscuras eran...!" -le respondo, por educación, más que nada...

"¡Uf, qué va, si teníamos aviso de lluvia...! además aquí siempre hay que llevar el paraguas en el bolso"
-me reclama la susodicha.

Pues nada, ahí me véis corriendo, saltando unos charchos y chapoteando involuntariamente en otros, con mis taconcitos medio abiertos, mojándome porque llovía, como está mandao.

Ya a mitad del trayecto, me acuerdo del bolso, me lo planto en la cabeza, ya que no ma ha servido para llevar el paraguas dentro... por lo menos que me tape lo más importante que tengo (...).

Me pego a los edificios, para que las terrazas, los carteles y otros artilugios me cubran de la lluvia. Y casi tengo que pelearme con la gente que hace lo mismo, aunque lleva paraguas, cosa que no entiendo... los esquivo, con varios momentos arriesgados, en los que estoy a punto de perder un ojo con las puntintas de estos artefactos malditos o de resbalar con las hojitas otoñales, mezcladas con barrito, producto del agua y el polvo de la calle.

Los pantalones, sobre todo por detrás, ya no absorben más, han llegado a su limite, los pies van empapados y el bolso pesa el doble de lo previsto, pesa lo suyo y el agua.

Alcanzo por fín el portal de casa, saco las llaves, abro, paso dentro, resoplo y me encuentro, otra vez, con alguien a quien no conozco pero que me ve necesitada de consejos, tras el resoplido: "Mujer, no te quejes, que hace falta que llueva"...

"No, si yo no me quejo..."
-murmuro... mientras el pantalón va literalmente fregando el suelo del portal y si escurro el bolso lleno una botellita de litro.

Y mañana, resfriadito por lluvia, como también está mandao.

EL FANTASMA DE LA ÓPERA, LONDRES

Esta primavera estuvimos en Londres y vimos esta obra en "Her Majesty´s Theatre" (Haymarket).

Yo no lo tenía planeado, más que nada porque pensé que costaba una pasta gansa y acababa un poco tarde. Pero navengando por la web me encontré unas entradillas que quedaban -ya muy pocas-, a un precio muy bueno y me animé. Eso sí, tuve que llamar al Teatro para reservarlas.

Ahí me ves repitiendo una y otra vez los numeritos de mi tarjeta de crédito (¿se habrá enterado? ¿a quién le irán a cargar el precio?) y preguntando a qué hora acababa (que no sea muy tarde, que luego hay que volver al hotel), después de asegurarme que delante de nuestros asientos no habría una columna gigante que nos taparía el escenario (como que las había en otros asientos, no os creáis).

Pues nada, coges tu metro, te bajas en Piccadilly Circus y andas unos minutos, allí te lo encuentras. Todo genial, salvo el frío, que era mucho.

El teatro no es muy grande, pero sí muy coqueto y clásico. Entramos y nos dirigimos a la zona del "grand circle", donde había compradr los tickets y subimos y subimos escaleritas y allí nos encontramos el circle dicho. Yo, la verdad, cuando mire hacia abajo y ví el escenario pensé: "Madre mía, se han quedado conmigo, le vamos a ver el pelo a los actores".

Pero no. La perspectiva era perfecta, sobre todo para ver al Fantasma correteando encima del escenario, la chandelier subir al principio y bajar después y las coreografías del espectáculo.

No os podéis imaginar la sensación, vamos, cómo se te erizan los pelos, cuando empieza la música, suben la gigantesca araña, tan cerquita a ti, y el juego fantástico de colores, luces y voces comienza.

Hay momentos inolvidables: el Fantasma desaparece delante de tus narices, los candelabros, nacen del suelo, e iluminan la travesía de la barca donde se encuentran él y Christine, todos cantan "Masquerade" y él llora...

Sinceramente, creo que han sido las mejores libras que he gastado.
Os lo recomiendo muy mucho. Es una preciosa obra de arte, sin duda.