lunes, 3 de noviembre de 2008

DISCULPE PERO ÉSTE ES MI ASIENTO

Alguna gente merece sentarse encima de un cactus, de verdad. A lo peor estas cosas sólo me pasan a mí.

Esta tarde vas al cine. Intentas llegar pronto, para no entrar cuando la película o los trailers hayan empezado. Pasas la cola y pides tu entrada: "Haga el favor, ¿podría dármela al lado del pasillo y, más o menos, a mitad de la sala?".

Tienes cierto interés en el asiento que pides, desde luego... por si acaso (acaso sientes la necesidad de ir a por palomitas sin pisotear a diez personas ni ponerle el culo en la cara a otras tantas, necesidad de hacer necesidades, estampidas que puedan darse en la sala por cualquier causa, motivo o razón...).

Estupendo, ya tienes tus entradas. Te diriges a la sala. Te esperas a que termine -por completo- la anterior sesión y entregas tus tickets al acomodador que charla animadamente con otro acomodador (fardando del ligoteo del finde) o acomodadora (intentado generar oportunidades para fardar la semana que viene).

Y pasas dentro. No se ve mucho, o se ve poco, con dificultad. Abres los ojos como platos, portas tu chaqueta, el bolso, las palomitas, el botellín de agua, la madre que te trajo (oyes, que puede haber ido contigo)... ¡nada, no encuentras la fila 6, asientos 2 y 4!... enciendes el móvil -antes de apagarlo para la peli-, diriges su luz al cabecero de las filas... ¡ahí están! ¿ahí están? ¡OCUPADOS!

Te hace una gracia todo, para mondarse de risa: "Ejem, disculpe, éste es mi asiento"-digo. "¡¿Eh, cómo, perdona?!" -me espeta. "Sí, le decía que estos asientos están ocupados, son nuestros". "Uy no, ¡qué va!... se equivoca" -me dice. Sí, claro, seguro...

"No, en absoluto, mire, aquí lo dice... ¿puedo ver sus entradas?"-le contesto. De repente, sus entradas se han volatilizado... "Por Dios... nos las encuentro...no, es que... alguien se ha sentado TAMBIÉN en nuestro sitio..."

¡Ah, qué interesante, apasionante, curioso...¿y a mí qué pimiento me importa eso?!. Lógico. Esto es como si vas por la calle, se te acerca un tipo con la nariz rota y te pega un puñetazo en la cara. Te caes al suelo, con la mano cubriéndote la mejilla y gritando de dolor y el mismo tipo te suelta: "No, verá Vd., no se ofenda, ve aquél señor del fondo, él me ha pegado a mí antes".

Total, que tienes que ponerte borde y decirle que la circunstancia que acaba de comunicarte te es totalmente ajena, así, en popular, que eso no tiene nada que ver contigo, que es su problema y se levanten de TU SITIO. Entonces, se levantan, con trabajo, como haciéndote un favor... suelen sentarse OTRA VEZ en un asiento distinto al suyo o se quedan en la fila de atrás (donde normalmente les corresponde) y murmuran durante toda la película sobre lo sosa y rancia que eres.

Y tú te sientas, por fin, en tu butaca, la que pediste en la taquilla; y nada más hacerlo notas esa desagradable brisa, brisa helada...¡el aire acondicionado! (digno de un post propio)... pues nada, ahí lo tienes, para ti todo...¡ese es tu sitio!

8 comentarios:

Sr. Sin Culo dijo...

Yo podría narrarle mil y una historias de acomodadores, vendedoras de palomitas y proyeccionistas. Estuve al otro lado, en el lado oscuro, durante un tiempo.

Situaciones como esa del señor/a que se sienta donde le viene en gana son muy habituales, como la del fumador, la del que pone los pies en el respaldo, el que grita, el que se lía un porro, los que hacen chiqui-chiqui,...

Un acomodador aplicado tuvo una vez que cambiar de sitio a una vorágine de más de cincuenta personas en una sala. Hizo que se levantaran todos y los fue colocando en su sitio uno a uno, como el pastor de un rebaño, tal cual. Aplicado él. Como pocos o ninguno. Mal sueldo y trabajo para personas de este tipo.

Espero que, por lo menos, la película le gustara.

Un saludo!

Pat Lawriter dijo...

La película suele gustarme porque antes de ir a verla leo crítica, veo trailers y programas de cine... pero desde luego, ir al cine es una aventura...

Saludos de vuelta...

Plyngo and Me dijo...

Mira que fastidia encontrar tu asiento ocupado... sobre todo si llegas tarde al cine y tienes que sentarte a oscuras...

Un saludo, te invito a pasarte por la Cueva y ver en qué lío te he metido.

Pat Lawriter dijo...

Ya lo veo, ya... no es un lío, es un detalle que agradezco... a ver si pongo luego, si me deja el tajo...

Unknown dijo...

Yo,que soy una fanática del cine,las paso canutas en muchas ocasiones porque como bien dices,siempre hay lios con el tema butca,sobre todo si es numerada,fin de semana,hora punta de la tarde,y la película es distriadita.Porque no lo neguemos;según el tipo de peli que escojamos,así será su público.
En fins,una vez escribí un post acerca del por saco que me dieron un equipo maño de baloncesto femenino...era una de terror y las muchachas a grito pelao en cada escena clave gritaban: Mañoooooooo,sal de ahí que está el espirítuuuuu!!!!
Y así hasta diez veces o más.

Pat Lawriter dijo...

Totalmente cierto, el tipo de público determina los problemas que te encontrarás, eso seguro... hay que calcularlo y preveerlo todo para que el dinero que te gastas (cada vez más), te lo gastes bien.

MaRía dijo...

¡Cómo fastidia eso! a mí me pasó hace poco algo parecido, no en el cine (que también me ha ocurrido) sino en un congreso. Cuando llegamos mis compañeros y yo a colocar uno de nuestros posters, nos encontramos que un individuo había colocado el suyo en nuestro lugar. Lo más grave de esto es que estaban perfectamente numerados y en el libro del congreso indicaba sin lugar a dudas dónde iba cada uno.

En fin, que gente comodona y despreocupada hay en todos sitios.

Descubrí tu blog hace unos días y me gusta :) Puedes pasarte por el mío, y si te gusta, nos enlazamos mutuamente. Ya me dices.

Besos

Pat Lawriter dijo...

Sí... hace una gracia...

Pues ahora, en un momento paso "a visitarte".

Saluditos...